Cada mañana Odalys sale de su casa, llega a su trabajo y comienza a leer. Una larga fila de torcedores sentados en sillas de madera y rodeados del perfume de las hojas secas de tabaco la escuchan con atención mientras preparan los cigarros cubanos que deleitarán a aficionados de todo el mundo.

Odalys de la Caridad Lara Reyes cumplió 55 años y por nada del mundo cambiaría su singular oficio de lectora de tabaquería, una tradición cubana iniciada en el siglo XIX y que se ha convertido en Patrimonio Cultural de la Nación.

“Si vuelvo a nacer quisiera ser lectora (de tabaquería) porque a través de este oficio he aprendido en todos los ámbitos”, dijo a The Associated Press Odalys, una mujer de baja estatura, pelo lacio entrecano, voz profunda y dicción perfecta que cada día se instala en una tarima frente sus compañeros, los torcedores. “Me siento muy orgullosa”.

Odalys de la Caridad Lara Reyes entretiene a los empleados leyéndoles mientras trabajan haciendo puros en la fábrica de tabaco La Corona en La Habana, Cuba, el martes 29 de junio de 2021. (AP Foto/Ismael Francisco)
Marcas como San Cristóbal de La Habana, Montecristo, La Gloria y Cuaba salen de la fábrica La Corona -que tiene unos 300 torcedores y unos 700 trabajadores de apoyo- a quienes Odalys les lee el periódico, el estado del tiempo y novelas, les recuerda el cumpleaños de alguno y hasta informa el menú que se servirá ese día en el comedor obrero.

Títulos como “El coronel no tiene quien le escriba”, de Gabriel García Márquez; “El hombre que amaba los perros” o “La cola de la serpiente” de Leonardo Padura y el clásico “Los miserables” de Victor Hugo, están entre los favoritos de los torcedores.

Durante una visita de AP por La Corona para ver trabajar a Odalys, la mujer leyó noticias sobre la ozonoterapia aplicada a convalecientes de COVID-19, el recorrido de grupos de solidaridad con Cuba por Estados Unidos, la devolución de emigrantes hacia la isla, los deportes que estarán presentes en los Juegos Olímpicos de Tokio y una nota sobre el presidente brasileño Jair Bolsonaro y la pandemia en ese país, entre otros contenidos.

En la tarima que le sirve de podio, en dirección opuesta a una bandera cubana, hay incluso un televisor que no ha logrado desbancarla.

Ante el rebrote de coronavirus en la isla Odalys suspendió la lectura de una novela pues muchos no están asistiendo a la fábrica.

Las primeras referencias al oficio en la historia de Cuba se encuentran alrededor de 1865, cuando se impuso en la tabaquería El Fígaro y luego pasó también a Partagás, aunque tuvo detractores entre los dueños y capataces que lo veían como una causa de baja productividad.