El cargador es uno de los elementos de los aparatos electrónicos que más sufren desgastes debido a su constante uso y fragilidad, lo cual los lleva a romperse.
A pesar de que es un elemento que en algún momento tiene que ser reemplazado, es muy difícil encontrar uno bueno que realice su función bien sin dañar al equipo, además de no dañar nuestra economía.
Es por ello que muchas veces, nos aferramos a un cargador que está roto y aun así le seguimos dando uso.
Aquí te damos cuatro razones que debes de conocer para no continuar utilizando el cable roto de tu cargador.
La primera es que el cable deshilado daña tu dispositivo, ya que no permite que la electricidad fluya correctamente y como resultado sufre de picos de tensión que dañan los componentes internos.
Como motivo número dos, está el sobrecargado del aparato, lo que puede ocasionar un incendio y quemaduras.
En la razón número tres están los peligros de sufrir una descarga eléctrica ya que los cables están expuestos y directos a la electricidad.
Y como último punto está el peligro de que un menor de edad haga uso del cargador sin protección alguna, por lo cual puede resultar afectado.