¿Te has preguntado si se lesionan más los hombres o las mujeres en los entornos deportivos? Es cierto que ambos están en riesgo de sufrir esguinces, fracturas, tendinitis y similares. No obstante, hay una diferencia de género que se puede considerar al momento de desarrollar estrategias preventivas.
Según un artículo en The Journal of the American Academy of Orthopaedic Surgeons, las mujeres tienen hasta tres veces más riesgo de padecer rotura del ligamento cruzado anterior en comparación con los hombres. Además, por su anatomía, también son propensas a sufrir otras lesiones.
Ahora bien, hay ciertas circunstancias en las que los hombres están más expuestos a los traumatismos. Por ello, a continuación queremos abordar en detalle las diferencias de género en las lesiones deportivas y qué hacer para prevenirlas a nivel general. ¡Sigue leyendo!
¿Las mujeres se lesionan más que los hombres?
Gran parte de los aficionados a los deportes piensan que las lesiones deportivas son más comunes entre los atletas masculinos que en las mujeres. No obstante, con el aumento de la participación de la mujer en actividades deportivas de alto impacto, esta situación ha cambiado.
De hecho, una revisión narrativa publicada en Physical Medicine and Rehabilitation detalla que las mujeres se lesionan más, ya que hay condicionantes anatómicos, hormonales, biomecánicos y neuromusculares que inciden en esto. Las lesiones por estrés óseo y la rotura del ligamento cruzado anterior suelen ser los problemas más frecuentes.
Por supuesto, hay otros factores de riesgo que afectan por igual a los hombres y a las mujeres. La presencia de lesiones previas, el estado físico y el sobreuso son algunos de los más frecuentes.
¿Por qué las mujeres se lesionan más?
En los últimos años, varias investigaciones han tratado de explicar por qué las mujeres se lesionan más en la práctica deportiva. Los expertos creen que se trata de una combinación de factores intrínsecos y extrínsecos a los que están expuestas. Veamos algunas de las principales hipótesis.
1. Diferencias anatómicas
Existen varias diferencias anatómicas que incrementan los riesgos de lesiones deportivas en las mujeres. En particular, ellas tienen una pelvis más ancha que los hombres, lo que altera la alineación de la rodilla y el tobillo. En consecuencia, la articulación soporta más tensión y aumenta el riesgo de desgarro del ligamento cruzado anterior (LCA).
Asimismo, la muesca intercondilar -donde el LCA pasa a través del fémur- es más estrecha en las mujeres. Al ser clave para dar estabilidad a la rodilla, este detalle puede incidir para que haya propensión a la rotura.
Sumado a lo anterior, hay que destacar que las mujeres tienen menos masa muscular y más grasa que los hombres, en promedio. Por ende, tanto sus tendones como ligamentos están menos protegidos frente a posibles daños.
2. Ligamentos más flexibles
Por naturaleza, las mujeres tienen más flexibilidad que los hombres. Y aunque en muchos ámbitos esto supone una ventaja, también puede ser el punto de partida de lesiones deportivas. Dado que los ligamentos son más elásticos, tienden a extenderse más ante movimientos articulares excesivos o repetitivos.
3. Factores hormonales
Las alteraciones en los niveles de estrógenos conlleva una reducción de la potencia y del rendimiento deportivo. Las hipótesis sugieren que los niveles altos de esta hormona debilitan los tendones y los ligamentos, ya que disminuye su rigidez. Por tanto, aumentan las probabilidades de roturas en el LCA y otras lesiones de los ligamentos.
4. Deficiencia de nutrientes
La nutrición desempeña un papel relevante en el rendimiento deportivo y el estado físico. Aún así, tanto los hombres como las mujeres tienden a presentar ciertas deficiencias. En el caso de las mujeres, los estudios han determinado que hay riesgo de deficiencia de vitamina B12, B3, ácido fólico, hierro, magnesio, fósforo y proteínas.
También tienden a tener una ingesta insuficiente de calcio y vitamina D, dos nutrientes claves para mantener una buena salud ósea y muscular. Por lo anterior, independientemente de la disciplina deportiva practicada, es primordial buscar asesoría nutricional.
5. Diferencias de movimiento
Por último, y no menos importante, hay que destacar que los movimientos de las atletas femeninas tienden a ser distintos a los de los hombres. Un ejemplo ocurre durante los saltos, cuyo aterrizaje suele ser con los pies planos en lugar de hacerlo sobre las puntas. Esto, aunque parece poco relevante, incrementa la presión sobre la rodilla y eleva el riesgo de lesión.
¿Cuáles son las lesiones más frecuentes entre las atletas femeninas?
En deportes como el fútbol, la rotura del ligamento cruzado anterior suele ser la lesión más frecuente entre las mujeres. Sin embargo, en la práctica deportiva general hay otras comunes. A continuación las detallamos y son las siguientes:
Esguince de tobillo: una torsión o movimiento anormal del tobillo puede provocar esta lesión. En concreto, los tendones que unen los huesos de esta zona se resienten, ya sea por un estiramiento excesivo o un desgarro.
Lesiones de la rodilla: aquí se destaca la lesión del ligamento cruzado anterior y otros daños en los ligamentos.
También puede aparecer el síndrome fémoro-rotuliano, que es la irritación debajo de la rótula.
Fracturas por estrés: los cambios hormonales durante el ciclo menstrual, los bajos niveles de masa ósea y la deficiencia de nutrientes pueden conducir a esta situación. Es frecuente entre mujeres con anorexia nerviosa.
Fascitis plantar: la anatomía del pie puede incidir en la tendencia a sufrir inflamación en el tejido conectivo grueso que conecta el talón con los dedos de los pies.
Lesiones en el hombro: como la inflamación del manguito rotador, que provoca dolor y sensibilidad en la parte superior del cuerpo.
¿Y cuáles son las lesiones más frecuentes en los hombres?
Pues bien, aunque es cierto que las mujeres se lesionan con más frecuencia en el ámbito deportivo, existen algunos factores que incrementan el riesgo en los hombres. En particular, los deportistas masculinos tienden a sufrir lesiones por traumatismos, típicamente por el contacto con otro jugador.
Asimismo, como lo expone una publicación en Orthopaedic Journal of Sports Medicine, los hombres tienen una tasa más elevada de lesiones de la cadera y la ingle. En las mujeres, justamente, la diferencia anatómica de las caderas es lo que disminuye el riesgo.
En cualquier caso, al igual que sus contrapartes femeninas, los atletas varones sufren a menudo esguinces de tobillo, lesiones del ligamento cruzado anterior y tendinitis, entre otros. Sin embargo, su pronóstico de recuperación suele ser más favorable.
Reglas básicas para evitar las lesiones en ambos sexos
En este punto, está claro que las mujeres se lesionan más que los hombres en la práctica deportiva, ya que hay diferencias anatómicas, hormonales y de movimiento que elevan los riesgos.
Aún así, ellos no están exentos de sufrir estos problemas. Por lo tanto, en ambos casos hay que considerar lo siguiente:
Hacer ejercicios de estiramiento y de calentamiento antes de iniciar la práctica deportiva.
Participar en los entrenamientos de pretemporada con el fin de ganar resistencia, fuerza muscular y rendimiento físico.
Respetar los tiempos de descanso y recuperación.
Asegurar una alimentación sana y una óptima hidratación.
Usar elementos de protección adecuados, según el tipo de deporte, para disminuir los riesgos de lesiones por traumatismos.
Las mujeres se lesionan más, pero hay formas de reducir los riesgos
Las investigaciones más recientes advierten de un riesgo más alto de lesiones en las mujeres deportistas. Sin embargo, la adecuada preparación física reduce de manera considerable las probabilidades.
Por eso es fundamental contar con el apoyo de un entrenador profesional, un nutricionista y un traumatólogo. En conjunto, estos profesionales orientarán las mejores estrategias para evitar inconvenientes.