Las vitaminas prenatales son una magnífica opción para complementar la dieta durante el embarazo. Muchas madres tienen dudas al respecto porque hay mitos e informaciones erróneas circulando.

Es claro que una dieta saludable es la mejor manera de obtener todos los nutrientes necesarios para la gestación. El punto es que, durante el embarazo, hay algunos elementos nutricionales clave que se requieren en mayor cantidad.

Por lo tanto, es muy recomendable tomar vitaminas prenatales antes de quedar encinta. ¿Cuáles son las mejores? ¿Suponen algún riesgo? De todo ello hablaremos a continuación.

¿Qué son las vitaminas prenatales?

Las vitaminas prenatales son suplementos alimenticios que ayudan a obtener los nutrientes necesarios para que el bebé tenga un desarrollo normal. Lo que hacen es complementar una dieta adecuada. Aportan las vitaminas y los minerales diarios que se requieren durante la gestación.

Es posible que la alimentación habitual se quede escasa en el aporte de nutrientes cruciales para el sano crecimiento del bebé. Estos suplementos son más importantes en las mujeres que tienen algunos problemas de salud o limitaciones dietéticas, como en los siguientes casos:

Madres vegetarianas o veganas.
Intolerancia a la lactosa o a otros alimentos.
Consumo de tabaco o de drogas.
Desorden alimentario.
Problemas en el sistema circulatorio.
Bypass gástrico previo.
Embarazo de más de un bebé.

La importancia de las vitaminas prenatales

Durante el embarazo hay un mayor requerimiento de nutrientes como ácido fólico, calcio, hierro y ácidos grasos omega 3. Las vitaminas prenatales ayudan a asegurar que se están obteniendo todos esos elementos en la proporción adecuada.

Los dos elementos principales son el ácido fólico y el hierro. Sin embargo, lo ideal es que un suplemento de vitaminas prenatales contenga algunos adicionales.

Ácido fólico

Se estima que tomar una cantidad adecuada de ácido fólico durante el mes anterior a la concepción y al comienzo de la gesta reduce hasta en un 70 % el riesgo de que el bebé tenga un defecto del tubo neural, como anencefalia o espina bífida.

Esta sustancia también reduce el riesgo de otros defectos de nacimiento, como labio y paladar hendidos y algunos problemas cardiacos. Incluso disminuye la posibilidad de preeclampsia.

El organismo absorbe mejor la versión sintética del ácido fólico que aquella que viene en los alimentos naturales. La mayoría de las vitaminas prenatales contienen este elemento y es fundamental asegurarse de que sea así con el que consumimos y nos recetan.

Hierro

El embarazo exige un consumo muy elevado de hierro. Es difícil obtenerlo en cantidad suficiente de la alimentación normal.

Las vitaminas prenatales ayudan a compensar esa carencia y a evitar el riesgo de que se produzca anemia. Esta patología incrementa el peligro de parto prematuro y de bajo peso al nacer.

Calcio

Las vitaminas prenatales no siempre contienen calcio o lo incluyen en bajas cantidades. Por eso es muy importante obtenerlo también de fuentes naturales. Este elemento contribuye al sano desarrollo de los huesos, los dientes, los nervios y los músculos, incluyendo al corazón.

Ácidos grasos esenciales
Solo algunas vitaminas prenatales contienen ácidos grasos esenciales. Estos incluyen al omega-3, el DHA (ácido decosahexaenoico) y el EPA (ácido eicosapentaenoico).

Los tres contribuyen al desarrollo del cerebro, el sistema nervioso y el tejido ocular del bebé. Lo ideal es obtenerlos de la alimentación natural y de los suplementos.

Vitamina D

La vitamina D es fundamental para mantener equilibrados los niveles de calcio y de fósforo, tanto en la madre como en el bebé. La deficiencia de este nutriente incrementa el riesgo de que el bebé padezca raquitismo, tenga un desarrollo anormal de los huesos y presente algunos retrasos en su desarrollo físico.

Existen sospechas de que esa deficiencia también contribuye a la preeclampsia y a la diabetes gestacional. Es importante, por lo tanto, que las vitaminas prenatales contengan este elemento.

¿Cuándo tomar las vitaminas prenatales?
Lo ideal es que la madre comience a tomar ácido fólico antes de quedar embarazada. Esto se debe a que el tubo neural del bebé se desarrolla durante el primer mes de gestación. Dicho tubo se convierte en el cerebro y en la médula espinal del bebé.

Sin embargo, muchas mujeres ni siquiera saben que están embarazadas hasta después de ese primer mes. Lo importante, entonces, es que apenas se enteren, comiencen a ingerir vitaminas prenatales.

Sería ideal que una mujer comience a tomar estas vitaminas siempre que esté buscando quedar en embarazo.

¿Tienen efectos secundarios?

La mayoría de las mujeres toleran bien las vitaminas prenatales y no presentan ninguna dificultad al tomarlas. Sin embargo, algunas reportan que sienten náuseas. Esto ocurre cuando se toman más de 30 miligramos de hierro. Una cantidad superior del mineral irrita el tracto digestivo.

Lo mejor sería tomar las vitaminas prenatales con la comida o antes de acostarse. Si el problema persiste, hay que consultar al médico para que recomiende otro suplemento.

También hay un porcentaje de mujeres que presentan estreñimiento como efecto secundario. Es culpa del hierro, de nuevo. Lo indicado es tomar un suplemento con menos proporción del nutriente y mantener una dieta con mucha fibra, agua y alimentos frescos.

Consejos y recomendaciones al tomar vitaminas prenatales

El médico será quien indique cuáles son las vitaminas prenatales más adecuadas para cada mujer en particular. Muchas personas querrán opinar al respecto, pero es el profesional quien está capacitado para establecer lo más seguro.

Algunas vitaminas prenatales contienen ingredientes herbales. No es aconsejable el uso de estos productos, ya que no existen investigaciones que avalen su eficacia o que certifiquen por completo los riesgos de estos componentes.

En líneas generales, casi todas las madres deben ingerir un mínimo diario de los siguientes componentes:

Ácido fólico: 400 microgramos.
Hierro: 27 miligramos.
Calcio: 1000 miligramos.
Vitamina D: de 200 a 600 unidades internacionales.

No es conveniente tomar otro suplemento nutricional mientras se estén ingiriendo las vitaminas prenatales. A menos que el médico lo ordene.

Esas mezclas podrían traer inconvenientes.
Es necesario recalcar que las vitaminas prenatales son un complemento a la alimentación natural y no un sustituto. La madre debe seguir los consejos nutricionales de su médico y alimentarse muy bien, de manera natural, para sacar adelante la gestación con éxito.