El parche anticonceptivo es un método para prevenir embarazos no deseados. Se puede colocar en distintas partes del cuerpo, ya sea en el vientre, en los glúteos, en la espalda o en el brazo. Su principio de funcionamiento es similar al de la píldora, ya que libera hormonas como el estrógeno y la progestina.
Siempre y cuando se use de manera adecuada, se considera efectivo. No obstante, hay algunos factores que pueden afectar su eficacia. ¿Quieres saber más al respecto? Te contamos cómo funciona, cuáles son sus posibles efectos secundarios y en qué casos está contraindicado su uso. ¡Continúa la lectura!
Parche anticonceptivo: para qué se usa y cómo funciona
Existen varios métodos para prevenir embarazos no deseados, tanto para los hombres como para las mujeres. Entre los más utilizados están las siguientes opciones:
Condón.
Diafragma.
Píldora.
Anillo vaginal.
DIU de cobre.
De manera particular, el «parche anticonceptivo» o «transdérmico» se encuentra entre los llamados «métodos hormonales ». Esto quiere decir que su principio de funcionamiento se basa en la liberación de estrógeno y progestina, que es una forma sintética de la progesterona.
Se trata de una pequeña placa cuadrada, compuesta por varias capas. Se puede colocar en distintas partes del cuerpo, como el vientre, los glúteos, la espalda o el brazo. Una vez en contacto con el cuerpo, las hormonas se absorben a través de la piel y pasan al torrente sanguíneo.
Con todo esto, se busca lo siguiente:
Impedir que los ovarios liberen óvulos.
Espesar el moco cervical para dificultar el desplazamiento de los espermatozoides.
Adelgazar las paredes del útero para evitar la implantación de un óvulo fecundado.
Por tanto, este método anticonceptivo puede ayudar a evitar un embarazo no deseado. No obstante, es oportuno aclarar que no protege contra enfermedades de transmisión sexual.
¿Cómo se usa el parche anticonceptivo?
Pese a que es aparentemente sencillo, el uso del parche anticonceptivo no debe ser tomado a la ligera. De hecho, está considerado como un medicamento para venta con receta, y solo debe usarse con autorización del médico.
Si estás interesada en utilizarlo, has de saber que su proceso de implantación abarca lo siguiente:
Una consulta con el ginecólogo. Allí has de manifestarle tu interés por usar el parche como método anticonceptivo. Si el profesional está de acuerdo, lo siguiente es empezar su uso el primer día del periodo menstrual.
Elegir dónde colocarlo. Puede ser en uno de los glúteos, el bíceps, el abdomen o la espalda. Evita que sea sitios en los que haya roces.
Limpiar la zona. Es necesario higienizar la piel y secarla.
Extraer con cuidado el parche de su empaque. Procura que no se dañe, corte o ensucie.
Aplicar la parte adhesiva sobre la piel. Luego, quita el protector que trae.
Presiona con la mano durante unos segundos. Así te aseguras de que quede bien adherido.
Dejarlo puesto una semana. En este lapso, debes comprobar su estado de forma regular, para asegurarte de que sigue fijo.
Mantenerlo puesto. No se debe quitar para ducharse, nadar o hacer ejercicios.
Hacer el recambio de parche. Pasada la primera semana, cambia el elemento por uno nuevo. Esto debe hacerse exactamente el mismo día de la semana. De preferencia, usa el nuevo en otra zona de la piel para evitar irritación.
Descasar una semana. No se coloca el parche en la última semana, antes del periodo.
Efectividad y beneficios del parche anticonceptivo
Si sigues las recomendaciones, el parche transdérmico es efectivo para impedir un embarazo. Sin embargo, si nunca antes lo has usado, la primera semana puedes complementar con otro método anticonceptivo, por precaución.
En las investigaciones se reporta que la probabilidad global anual de embarazo es de 0,8% y de falla del método se estima en 0,6%. Bastante bajo, como se ve. Aunque esto puede variar en personas con sobrepeso. En comparación con otros métodos, se destacan las siguientes ventajas:
No es necesario interrumpir el sexo (como en el caso del coitus interruptus);
Ya que es una sola colocación semanal, y no una dosis diaria como la píldora, tiende a olvidarse menos.
A diferencia del implante, no hay que acudir a consulta médica para colocarlo.
No se requiere la cooperación de la pareja (como pasa con el preservativo).
Se puede suspender en cualquier momento.
No hace aumentar de peso.
Al igual que las píldoras, puede ayudar a regular el período y controlar algunos síntomas del síndrome premenstrual.
Por otra parte, cuando hay baja producción de hormonas, el uso del parche anticonceptivo puede traer otros beneficios para la salud, relacionados con problemas como el acné, la deficiencia de hierro, los quistes e incluso la prevención de osteoporosis.
¿Qué puede afectar su funcionamiento?
La efectividad del parche anticonceptivo puede verse afectada por algunos factores, lo que podría aumentar la posibilidad de quedar embarazada. Al respecto, se deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones.
Adherencia
Lo ideal es revisarlo una vez al día para asegurarse de que está bien adherido a la piel. Si por alguna razón se despega, no se debe intentar colocarlo nuevamente, ni siquiera usando cinta adhesiva de refuerzo. En todo caso, se debería cambiar por uno nuevo.
Como precaución adicional, utiliza un método anticonceptivo de refuerzo.
Irritación
Hay que evitar colocar los parches en piel irritada, con enrojecimientos o heridas. Lo recomendable es cambiar o alternar la zona donde se coloca cada vez.
Piel limpia
Además de limpiar la zona de aplicación, no se deben emplear lociones o cremas; ni antes de colocarlo ni durante el tiempo que permanezca. Esto puede afectar la adherencia.
Interacción
Algunos medicamentos o suplementos pueden interactuar con el parche anticonceptivo, lo que afecta su funcionamiento. Al respecto, se mencionan los siguientes:
Rifampina, rifampicina y rifamate (antibióticos).
Griseofulvina (antifúngico).
Medicamentos para el VIH (antirretrovirales).
Anticonvulsivos.
Hierba de San Juan.
Sobrepeso
Tal y como se mencionó anteriormente, es posible que la efectividad disminuya en mujeres cuyo peso es mayor de 90 kilógramos o con un IMC cercano o superior a 30.
Olvidar cambiar el parche
Un error como olvidar poner un nuevo parche a tiempo suele ser una de las principales razones por las que una mujer puede quedar embarazada mientras usa este método. En caso de que esto ocurra, hace falta un anticonceptivo de refuerzo.
Inmersión
Permanecer sumergida en el agua por más de treinta minutos, ya sea en la playa, una piscina, un jacuzzi o una tina puede afectar la adherencia. Si esto sucede, debes cambiarlo o usar otro método adicional.
Roces
Por último, no se debe colocar el parche en una zona donde las prendas de ropa produzcan roces continuos. Esto contribuye a deteriorar el parche y disminuir su adherencia.
Contraindicaciones del parche anticonceptivo
Cuando la mujer desea comenzar a usar este tipo de métodos, debe informar al médico si se encuentra en alguna de las siguientes situaciones:
Embarazo.
Lactancia.
Aborto reciente.
Consumo de medicamentos para la epilepsia o para la depresión.
Diabetes.
Colesterol alto.
Psoriasis o eczema.
Enfermedad cardiaca, renal o hepática.
El parche anticonceptivo no es recomendable para todas las mujeres. En este orden de ideas, se puede desaconsejar su uso en los siguientes casos:
Personas fumadoras mayores de 35 años.
Antecedentes de ataque cardíaco o de accidente cerebrovascular.
Problemas como angina de pecho, hipertensión arterial grave o coágulos sanguíneos.
Cáncer de mamá o de cuello de útero.
Complicaciones con la diabetes. Neuropatía, retinopatía diabética o daños en vasos sanguíneos.
Ictericia durante el embarazo o provocada por anticonceptivos hormonales.
De igual modo, se recomienda suspender el uso si se tiene previsto someterse a una cirugía.
Parches transdérmicos
Al igual que otros métodos anticonceptivos hormonales, los parches transdérmicos pueden derivar efectos secundarios.
Posibles riesgos y efectos secundarios
Con el parche pueden presentarse los mismos efectos secundarios de los anticonceptivos hormonales orales (píldora). Entre estos cabe mencionar los siguientes:
Cambios de humor.
Acné.
Dolor de cabeza.
Náuseas.
Sensación de pechos hinchados.
Alteración en el ciclo menstrual.
Sangrado o flujo.
Espasmos musculares.
Sumado a esto, puede haber algunas reacciones cutáneas, en la zona donde se fija o adhiere. Esto incluye irritación, resequedad, enrojecimiento, comezón, inflamación y sarpullido. Algunos de estos efectos pueden desaparecer a los meses, una vez que el cuerpo se acostumbra a las hormonas.
Ahora bien, algunas revisiones mencionan otros posibles riesgos de la anticoncepción hormonal. Los más frecuentes son los mencionados a continuación:
Aumento de las posibilidades de sufrir problemas de coagulación.
Infecciones vaginales.
Presión arterial alta.
Accidente cerebrovascular.
Ataque cardíaco.
Cáncer de hígado.
Enfermedad de la vesícula.
¿Cuándo acudir al médico?
Si se observan los siguientes síntomas, es primordial acudir lo antes posible al médico o al ginecólogo.
Dolor en el pecho.
Dificultad para respirar.
Dolor en las piernas.
Pérdida repentina de la visión.
Ictericia.
Fiebre.
Cambios en el aspecto de la orina.
Evacuaciones acuosas.
Trastornos del sueño.
Fatiga, desánimo.
Dolor abdominal agudo.
Aparición de un bulto en las mamas.
Ausencia prolongada del período.
Suspensión del uso
Si la persona desea quedar embarazada o cambiar de método anticonceptivo, puede suspender el uso del parche anticonceptivo en cualquier momento.
De todos modos, es posible que se presenten algunos efectos secundarios pasajeros, como dolor de cabeza, periodo irregular, entre otros. Se debe consultar con el médico si hay alguna duda al respecto.