La negritud es un movimiento intelectual y literario originado en París en los años 30. Defiende los valores de las sociedades africanas y reclama la recuperación de su cultura.

Este movimiento se extendió rápidamente por diferentes partes de las entonces colonias francesas, como las actuales Senegal, Costa de Marfil y Benín, en África; o Guadalupe, Martinica y Haití, en las Antillas americanas.

Su figura principal fue Léopold Sédar Senghor (elegido primer presidente de la República de Senegal en 1960). Junto con Aimé Césaire de Martinica y Léon Damas de la Guayana Francesa, comenzaron a examinar críticamente los valores occidentales y a revalorizar la cultura africana.

Origen y desarrollo del movimiento

El movimiento literario de la negritud nació en el contexto intelectual parisino de los años 30 y 40. Fue producto de la unión de escritores negros que buscaban reafirmar su identidad cultural y rebelarse contra la superioridad implícita de las culturas europeas sobre las africanas.

En este sentido, a través de la literatura, la negritud defendía ideas sobre religiones y cosmologías africanas, narraba hechos históricos sucedidos en el continente, enseñaba las aportaciones de las culturas africanas a la humanidad y reivindicaba la identidad negra y la libertad de las sociedades africanas respecto a la dominación colonial occidental.

Aimé Césaire fue el primero en acuñar la palabra “negritud” en su poema de 1939, titulado Cahier d’un retour au pays natal (Cuaderno de un retorno al país natal). Allí declaró:

Mi negritud no es una mancha de agua muerta, en el ojo muerto de la tierra, sino que echa raíces en la carne ardiente de la tierra.

~ Aimé Césaire ~
Junto a Césaire, Léon Damas y Léopold Sédar Senghor crearon una poesía que definiría la negritud. Las obras más conocidas de estos poetas fueron Pigments (Damas), Hosties noire y Chants d’ombre (Senghor), y Cahier (Césaire).

Expansión de la negritud a otros países

Al estallar la Segunda Guerra Mundial, los líderes del movimiento abandonaron París y se dirigieron hacia el Caribe y África. A partir de allí, surgieron nuevas formas de negritud en estos lugares, cuya expresión no solo abarcó la literatura, sino otros tipos de arte, como la música y la pintura.

Después de la guerra, París volvió a ser el centro de las actividades de la negritud. En esta ocasión, muchos artistas de África y el Caribe emigraron a dicha ciudad para estudiar. Entre ellos, destacan Frank Bowling, Aubrey Williams, Donald Locke, Ben Enwonwu y Uzo Egonu.

Festival Mundial de las Artes Negras

En 1966, Senghor organizó en Senegal el primer Festival Mundial de las Artes Negras. Muchos artistas, músicos, escritores, poetas y actores negros tuvieron la oportunidad de participar en un examen global de la cultura africana.

El objetivo de Senghor fue promover el concepto de negritud como un modelo filosófico viable. Además, buscaba revalorizar el arte tribal africano, que hasta entonces había sido visto con cierta indiferencia por la diáspora africana.

Este evento impulsó los inicios del movimiento internacional de artes negras y se ha repetido en dos ocasiones posteriores: en 1977 en Nigeria y en el 2010 en Dakar.

Fundamentos de la negritud

El movimiento negritud surgió como una protesta contra el dominio cultural francés y la política de asimilación. Por ello defendía lo siguiente:

La calidez mística de la vida africana, ganando fuerza de su cercanía a la naturaleza y su contacto constante con los ancestros. Esta debería colocarse continuamente en la perspectiva adecuada frente a la falta de alma y el materialismo de la cultura occidental.

Los africanos deben buscar en su propia herencia cultural los valores y las tradiciones más útiles en el marco del mundo moderno.

Los escritores comprometidos deben utilizar la temática y las tradiciones poéticas africanas para despertar el deseo de libertad política.

La negritud en sí misma abarca la totalidad de los valores culturales, económicos, sociales y políticos africanos.
Por encima de todo, se debe afirmar el valor y la dignidad de las tradiciones y los pueblos africanos.

¿Continúa todavía?

La negritud respondió a la posición alienada de los negros en la historia y afirmó una identidad propia para ellos. Por su parte, desde un punto de vista político, el movimiento fue un aspecto importante en la lucha contra el colonialismo. Tuvo un impacto en cómo los colonizados se veían a sí mismos y se posicionaban en el entramado cultural de Occidente.

Por último, no hay una fecha clara de finalización del movimiento. De hecho, algunos críticos literarios dicen que todavía continúa en cualquier expresión artística que afirme la identidad negra.