La mente absorbente es un concepto propuesto por la famosa pedagoga María Montessori. Hace referencia al hecho de que los niños entre los 0 y los 6 años aprenden con una gran facilidad.
Su mente es como una esponja que lo absorbe todo.
Montessori llamó la atención sobre el hecho de que en esa primera etapa de la vida, los pequeños desarrollan una gran cantidad de aprendizajes sin mayor esfuerzo. Aprenden a hablar, a caminar, a relacionarse, a nombrar el mundo.
El progreso que se da hasta los 6 años es asombroso. Es una etapa en la que el niño se transforma por completo y adquiere varias habilidades complejas, como el idioma verbal y el no verbal. Esto es posible por la mente absorbente.
¿Cómo es la mente del niño?
María Montessori fue una pedagoga italiana que desarrolló un método de aprendizaje muy eficaz y de gran prestigio. Se basó en los aportes de los médicos franceses Jean Itard y Edouard Sèguin, y los de Pestalozzi, un pedagogo suizo.
La observación le permitió a Montessori evidenciar que el niño está dotado de una curiosidad natural y de una enorme capacidad de sorpresa. Se puede decir que casi cualquier estímulo llama su atención de inmediato.
Según Montessori, esto ocurre porque, a diferencia de los adultos, los niños asimilan de una manera natural e involuntaria toda la información que les ofrece su entorno. Por lo tanto, esta es la etapa ideal para que ellos vivan nuevas experiencias, a su propio ritmo y con base en sus intereses.
¿Qué es la mente absorbente?
La mente absorbente es un estado en el cual el niño tiene la capacidad para recoger información de su entorno de una forma espontánea. Luego, procesa esta información y la integra a su intelecto y a su vida.
Ese estado mental se presenta entre los 0 y los 6 años.
Según Montessori, la mente absorbente es de naturaleza inconsciente durante los 3 primeros años y consciente en los siguientes 3. Señala que el niño pasa de ser un “creador inconsciente” a ser un “trabajador consciente”.
Se habla de mente absorbente porque, en realidad, el infante es como una esponja que lo absorbe todo. Las principales características de ese estado mental son las siguientes:
Se prioriza la naturaleza creativa.
Es una condición natural en la especie humana.
Es temporal. Solo está entre los 0 y los 6 años.
El conocimiento se absorbe de manera rápida y sin esfuerzo.
La absorción de la información es indiscriminada e ilimitada.
¿Cómo se desarrolla la mente absorbente?
La mente absorbente es natural, sin que intervenga la voluntad en ello. Por el solo hecho de estar vivo, el niño absorbe la información. Hace suyo todo lo que le rodea, de acuerdo con sus necesidades.
Sin embargo, Montessori observó que la mente absorbente abarca diferentes dimensiones. Existen una serie de predisposiciones que llevan a que el niño centre su atención en determinados estímulos, en diferentes momentos. En cada uno de ellos, se enfoca en aquello que es necesario para su desarrollo.
De este modo, se configuran etapas transitorias y simultáneas a las que Montessori llamó periodos sensibles. La duración de cada una varía, así como la intensidad. Lo usual es que se superpongan.
Los periodos sensibles
Los periodos sensibles son etapas en las que cambian las necesidades y los intereses de los pequeños, de acuerdo con su desarrollo. En conjunto, conforman la línea evolutiva de la mente absorbente:
Orden: de los 0 a los 6 años. Hay un interés por clasificar y categorizar todo lo que les rodea. Esto se favorece en entornos en los que hay orden.
Movimiento: de los 0 a los 5-6 años. El interés se centra en desplazarse de un lado a otro. Se intensifica cuando el niño aprende a caminar.
Lenguaje: de los 0 a los 7 años. Adquieren el vocabulario sin que haya una enseñanza directa.
Sensaciones: de los 0 a los 6 años. Hace referencia al desarrollo de los sentidos. El oído y la vista están activos desde el comienzo. Con el tiempo, se agudizan el tacto, el gusto y el olfato.
Objetos pequeños: de los 0 a los 6-7 años. El interés se centra en los objetos pequeños y en prestar atención a los detalles.
Vida social: desde los 0 a los 6 años. Tiene que ver con la necesidad de relacionarse con los pares y de adquirir las pautas de convivencia.
Implicaciones educativas
Que la mente absorbente opere de una forma natural no significa que los adultos no jueguen ningún papel en esta etapa. Por el contrario, su rol es fundamental para que los niños avancen en su proceso de aprendizaje y desarrollo.
Lo ideal es permitir y propiciar que tengan experiencias novedosas, según sus propios ritmos y necesidades. Con el tiempo, esto es lo que conformará su percepción del mundo y de sí mismos.
Montessori señala que los métodos educativos no solo deberían enfocarse en el desarrollo intelectual, sino que también es necesario que favorezcan el aprendizaje, de acuerdo con cada periodo sensible. Se debería tomar muy en cuenta el interés espontáneo del niño.
La etapa de la mente absorbente es única en la vida. Se calcula que una persona adulta tardaría alrededor de 60 años en aprender todo lo que el niño aprende en esos primeros momentos de vida.