La piel depende de la barrera cutánea para su protección. Este manto es conocido como «estrato córneo» y se encuentra en la capa superior de la epidermis; es decir, en el recubrimiento delgado y exterior. Funciona como un resguardo de las condiciones ambientales que atentan contra la salud cutánea.
También, cuida de los radicales libres que perjudican la producción natural de elastina y de colágeno, en gran parte responsables del buen aspecto cutáneo. Para que esta pared cumpla su trabajo, es pertinente llevar un estilo de vida sano y atender las necesidades de la piel. Revelamos de qué manera hacerlo.
¿Qué es la barrera cutánea?
La barrera cutánea (BC) es una de las líneas defensivas de la piel; como plantea un artículo de la Revista del Centro Dermatológico Pascua, bloquea el paso de elementos nocivos provenientes del medio ambiente.
La resistencia y la dureza de esta barda corresponde principalmente a los corneocitos unidos por una placa lipídica con humectantes naturales, queratina, ceramidas y ácidos grasos, con un pH ácido que ronda entre los 4,5 y 5,5 de alcalinidad.
Precisamente, esta composición previene alteraciones dermatológicas, el ataque de agentes biológicos o reacciones irritativas. Otras gestiones que competen a la BC tienen que ver con la protección contra las toxinas, los rayos UV y las infecciones.
Daños que podría sufrir la barrera cutánea
Dermatología Venezolana señala que la BC podría afectarse por errores innatos del metabolismo o por enfermedades adquiridas, dañando la permeabilidad y la calidad de la piel. También, las heridas, el clima y el sobre lavado pueden deteriorar la barrera cutánea, así como los siguientes factores:
Alérgenos.
Envejecimiento.
Duchas calientes.
Ansiedad y estrés.
Trastornos del sueño.
Consumo de medicamentos con esteroides.
De igual modo, la capa epidérmica resiente la rozadura de algunos textiles y la aplicación continua de cosméticos no aptos para determinadas condiciones. Es un error realizar los rituales de belleza con cualquier sustancia, sin considerar que todas las pieles tienen requerimientos diferentes.
Cuando la barrera no funciona de modo apropiado, comienzan a manifestarse síntomas como la descamación, la resequedad y el picor. Las dermis lucen arrugadas y decoloradas, y las personas están más propensas a presentar infecciones virales o bacterianas.
Uno de los diagnósticos comunes es la dermatitis atópica; de acuerdo con la Asociación Nacional de Eczemas, el paciente evidencia inflamación, enrojecimiento, dolor y engrosamiento.
Formas de proteger la barrera cutánea
Al proteger la piel, defiendes la integridad, la suavidad y la fortaleza de la BC incluso a futuro. ¿Cómo conservar el blindaje de esta capa? Te lo contamos a continuación.
Skincare con aprobación dermatológica
No compliques el cuidado de la piel con decenas de productos sin preguntar al dermatólogo cuáles convienen. Los cosméticos virales en redes sociales prometen restaurar la lozanía, pero no son aptos para cualquiera. Cuesta menos y beneficia más tratar la dermis con lo que de verdad necesita.
La Academia Americana de Dermatología sugiere desarrollar una rutina simple con base en la limpieza, la hidratación y la protección solar, teniendo en cuenta las características de la piel seca, sensible, grasa o mixta.
Hidratar y humectar
La eficacia de la BC depende en gran medida de la limpieza y del suministro de humectantes que eviten la evaporación del agua. Así lo resalta la revista Folia Dermatológica Peruana, afincándose en la importancia de cubrir el estrato córneo con aceites minerales y otros ingredientes como el petrolato y la lanolina.
Procura humectar con sustancias cuya base es agua y que posean glicerina y ácido láctico. Si evidencias desórdenes cutáneos, quizá necesitas emolientes; las cremas con ceramidas igualmente favorecen la estructura y la función de la barrera. Por su parte, las fórmulas con ácido hialurónico son hidratantes poderosos que penetran hasta lo más profundo, reparando daños por estrés oxidativo, fotoenvejecimiento y arrugas.
Exfoliar con los ácidos adecuados
La exfoliación es favorecedora si es aplicada con un intervalo de por lo menos 15 días entre sesiones. Puedes hacerla con preparados naturales u optar por exfoliantes químicos, que utilizan ácidos de los tipos alfahidroxiácidos (AHA) y betahidroxiácidos (BHA).
La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) reseña que ambos ingredientes diluyen el cemento intracelular, limpiando lo más hondo de la piel. Lo apropiado es que los procedimientos químicos los lleven a cabo profesionales.
No obstante, esta clase de exfoliante también es de ámbito cosmético en casa; la clave está en determinar con el dermatólogo los ácidos según el objetivo y las dosis, pues la AEDV acota que por más bajas que sean podrían tener efectos adversos en pieles sensibles. Existe un grupo de AHA y BHA recetados con frecuencia.
Salicílico: además de en los exfoliantes, es posible encontrarlo en cremas, lociones, geles y parches para limpiar la piel. Sirve contra las manchas, las imperfecciones y el acné.
Mandélico: mezclado con el glicólico, tiene actividad bactericida y bacteriostática, según determinó una investigación difundida por la Revista Brasilera de Estética Científica.
Glicólico: es idóneo para pieles fotoenvejecidas. Un experimento en pacientes que usaron por 6 meses este ácido reveló que su administración tópica mejoró la textura y la coloración cutánea. Combinado con ácido salicílico, actúa como un peeling que promueve la estimulación dérmica.
Alimentarse sano
La dieta saludable beneficia el aspecto de la piel. Nutrición Clínica y Dietética Hospitalaria destaca que algunas modificaciones alimentarias refuerzan el tratamiento y la prevención de patologías como la psoriasis, el acné, dermatosis asociada a la obesidad y el envejecimiento cutáneo.
¿Qué agregar a la dieta? Alimentos integrales y antioxidantes, grasas saludables y beber abundante agua. El menú contempla comidas con los siguientes ingredientes:
Granos.
Nueces.
Pescado.
Verduras de hojas verdes.
Frutas amarillas y naranja.
Cuidarse del sol
La radiación solar es una de las principales enemigas de la BC, ya que apresura el envejecimiento dérmico, causa hiperpigmentación e incrementa el peligro de cáncer de piel.
Huye del sol entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, usa mangas largas y sombreros. De igual modo, es imprescindible aplicar diariamente bloqueador con alto Factor de Protección Solar (FPS) y reaplicar máximo cada 4 horas.
Un estudio publicado por Farmacéuticos Comunitarios concluyó que limpiar la piel con tensioactivos ligeros y usar un amplio FPS previene el fotoenvejecimiento y la fotocarcinogénesis; además, es provechoso para la pared cutánea.
Controlar el estrés
Los desequilibrios hormonales provocados por el estrés menoscaban la BC, por ejemplo, con el acné. Una edición de Dermatología Peruana acota que la cara es la zona más afectada por brotes, dada la mayor concentración de glándulas sebáceas. El diagnóstico podría acarrear efectos psicológicos y formarse un círculo vicioso que empeora el cuadro.
Aunque parezca complicado, debido a impacto sobre la apariencia personal, es elemental manejar el estrés emocional para no agravar las lesiones ni el estrato córneo.
Conocer el pH
Como comenta el Centro de Evaluaciones Dérmicas, el pH superficial de la piel regula la estabilidad de la barrera epidérmica y se ocupa de la secreción de los cuerpos lamelares, relevantes en la formación de la BC.
En el caso de los productos que proporcionas a la piel, es recomendable que el pH oscile entre 4,0 y 5,0 para salvaguardar un nivel saludable que ampare de ictiosis, acné, dermatitis o infecciones.
Probar aceites vegetales
Los aceites de esencias vegetales constituyen un alivio frente a las afecciones de la BC. Se trata de preparados con naturaleza antioxidante, antibacteriana y antiinflamatoria.
La aplicación es directa o fusionándolos con lociones y cremas corporales, con las que potencias la retención de humedad. Te presentamos algunos aceites ventajosos para masajear la piel.
Coco.
Argán.
Girasol.
Almendras.
Rosa mosqueta.
Evitar el cigarrillo
La Fundación Piel Sana advierte el perjuicio de la nicotina sobre las fibras y la textura de la piel; además, mancha los dedos que sostienen el cigarro. Los fumadores pueden presentar estrechez de los vasos sanguíneos, sequedad y disminución del colágeno y la elastina.
¿Qué hacer si observas daños en la barrera cutánea?
Si percibes reacciones adversas tras la aplicación continuada de un producto o persisten los síntomas que pudieran relacionarse con alteraciones de la BC, el primer paso es suspender las fórmulas que estarían provocando los efectos. Estas señales revelan el rechazo de la piel a la composición de tales sustancias.
Lo siguiente es visitar al dermatólogo, solo así sabrás qué tratamientos o cosméticos comprometen la estructura del estrato córneo y cuál es la vía para mantener tu epidermis saludable, hidratada y resguardada.