Dicho bombardeo consiste en inyectar pequeñas cantidades de yoduro de plata sobre las nubes que presenten mucha humedad. De esta forma que condensan y vuelven más pesadas, lo que provoca lluvia.

Dicha técnica también es conocida como “sembrar nubes” que puede aumentar de un 10 a 20% el nivel de precipitaciones.

Sin embargo, para que funcione, deben reunir múltiples condiciones, entre ellas, las nubes “correctas”, es decir, aquellas con una temperatura inferior a 0ºC y presencia de agua subfundida.

Esto deriva en que el yoduro de plata tiene una superfice cristalina, como el hiele, lo que apoya a la nube en desarrollar partícular de tamaño adecuado para lograr su precipitación.

Asimismo, las nubes “calientes” se requiere para este efecto, la siembra higroscópica, donde se utiliza sal simple.

«La sal ayuda a las gotitas de agua a chocar y producir lluvia», señaló la Organización Meteorológica Mundial.