¿Cuánto tardas arreglándote en las mañanas? A muchas personas el solo hecho de decidir un atuendo les agobia, a parte de quitarles minutos en los que pueden desayunar, hacer ejercicio o simplemente dormir más. Practicar el batch dressing se presenta como la solución para iniciar el día.
La técnica evita los repetidos cambios de ropa antes de dar con el look perfecto. Es una manera de alistarse con suficiente antelación. Después de despertar y ducharte, pasas de una a vestirte porque todo está elegido.
Es ideal para las personas indecisas, para quienes tienen múltiples tareas antes de salir de casa y para los que son amantes del orden. ¿Te gana la curiosidad? A continuación, te contamos cómo implementar esta tendencia en tu rutina.
¿En qué consiste el ‘batch dressing’?
El batch dressing se refiere a la reserva de tiempo, en específico de un día, para organizar la ropa que usarás durante la semana. Este proceso incluye la selección de calzado y accesorios en conjunto con cada combinación.
De preferencia, la planificación se lleva a cabo los domingos, lo que permite asegurar el inicio del lunes sin complicaciones. Es similar al batch cooking, pero en lugar de preparar lotes de comida, se encarga de la ropa.
El método permite la creatividad, pues dispones de un momento ajeno a la rutina para idear mezclas, jugar con los colores y probar outfits que quizás no te convenzan por completo. También funciona para precisar lo que ya no va con tu estilo y que puedes descartar del armario.
Beneficios que aporta el batch dressing a tu rutina
Comenzar las mañanas a contrarreloj es contraproducente para cualquiera. Cuando estás sobre la hora de entrada a clases, al trabajo o a cualquier compromiso, te conviertes en una presa fácil del estrés. Por lo tanto, es necesario encontrar las formas de aliviar las tensiones.
La falta de tiempo suele tener como raíz el no programarse; un quehacer como ordenar la ropa es un hábito positivo que contribuye en la formación de la conducta y en la puntualidad.
Además, como reseña la Revista Internacional de Psicología del Desarrollo y de la Educación, hay tareas diversas que pueden ayudar a controlar los detonantes del estrés. Entre estas, pequeñas acciones como las que propone el batch dressing pueden ser de mucha ayuda. Veamos sus ventajas.
Ocasión para ti. Preparar la vestimenta es un rato valioso que te regalas. Disfruta la experiencia, porque quizás el resto de las ocupaciones semanales dificultan dedicarte tiempo de calidad.
Atuendos más pensados. Elegir la ropa a último minuto impide atreverse a nuevos estilos, por incomodidad o temor a sentir el juicio de los demás. Ganas seguridad si preparas el look con anticipación.
Armario organizado. Inspeccionar el vestidor cada semana es un mecanismo de chequeo para saber cuáles son las prendas favoritas, las no te quedan o las que ya no te agradan. Aprovecha para apartar, donar o vender aquellas en buen estado, pero que no corresponden con tus gustos.
Menos desorden en la habitación. Si eres de las personas que sacan cuanta ropa pueden del clóset y la van regando por la habitación, entonces el batch dressing es para ti. Este arte colabora con el orden permanente en el dormitorio, porque sabes qué vestirás y no lanzas por todos lados piezas que terminan apiladas hasta que tengas chance para recogerlas.
Así puedes aplicar el batch dressing
Llevar a la práctica la tendencia requiere solo de disposición, pues la motivación está en la obligación de salir temprano y luciendo impecable. Con este fin es imprescindible seguir ciertas recomendaciones. ¡Toma nota!
1. Elige un día y un espacio
Por lo general, el domingo es el día elegido para poner en marcha este proyecto, pero puedes apartar el más conveniente según tu agenda. Asimismo, hay que destinar una hora o tal vez un poco menos para revisar con detenimiento la ropa y armar los conjuntos.
Es pertinente contar con un espacio para las pruebas; sino dispones de un vestidor, está bien hacerlo en la recámara.
2. Libera la cama
La cama es el sitio idóneo para poner las piezas; por lo tanto, es oportuno despejarla previo a la sesión de batch dressing.
3. Saca la ropa
Parece algo engorroso, pero lo apropiado es sacar todas las piezas del armario con el objetivo de percatarse de todo lo que hay en él y ampliar las posibles combinaciones. En el interín prescinde de lo que no usas.
Un consejo para crear atuendos únicos consiste en darle la oportunidad a las piezas que jamás usaste, pero que seguro va bien con otra prenda oculta en el clóset.
4. Elige en función del clima y del evento
Considera si es época de calor o de frío, si tendrás una reunión de trabajo o un evento especial al finalizar la jornada. Cualquier dato es útil a la hora de crear los conjuntos; para esta decisión es fundamental saber los detalles de la agenda semanal.
5. Arma un outfit completo
No pienses exclusivamente en camisas, pantalones y zapatos; recuerda los accesorios para elevar el outfit. Un punto extra que otorga el batch dressing es que deja saber con anterioridad si hay complementos para un atuendo completo. Así, evitarás la incomodidad de no tener a mano un bolso o una bufanda, por ejemplo.
6. Ordena y cuelga en perchas
Una vez separados los conjuntos, organízalos para que estén a la vista. Beneficia la instalación de percheros o los separadores colgantes de armarios; el primero en la fila es el correspondiente al lunes, el resto de los elegidos van en orden adecuado a la semana.
Contribución de esta rutina en casa
El batch dressing guarda relación con el método de organización de Marie Kondo. También es una costumbre que transmites a toda la familia para promover la disciplina, la planificación y la puntualidad.
En cuanto a este tema, literatura sobre el arte de la organización y su influencia en la calidad de vida aconseja preparar desde el día anterior lo que se va a utilizar; así, se respeta una estructura diaria. De igual forma, esto permite estimular el rendimiento como parte del orden en el hogar. ¡Anímate a aplicarlo!