Dos personas que nacieron en la misma fecha y año, ¿tienen la misma edad? Seguramente muchos responderíamos que sí. Pero, ¿por qué se ven tan distintos? Tal vez se deba a que la edad biológica de uno de ellos no se corresponde con su edad cronológica.
El paso del tiempo es como la experiencia: no resulta igual para todos. Y si bien la edad cronológica aumenta al mismo ritmo, no sucede así con la edad biológica. ¿Cuál es la diferencia entre una y otra?
La edad cronológica es la edad real de la persona, según lo que aparece en su documento de identidad. En tanto que la edad biológica tiene que ver con el cuerpo y con el estado funcional de los órganos. Algunas personas parecen experimentar el envejecimiento de una manera más lenta o gradual.
¿Qué es la edad cronológica?
La edad cronológica se refiere a la cantidad de tiempo transcurrido desde el nacimiento hasta el momento actual de la vida de la persona, en términos de años, meses y días. Podría decirse que es una medida absoluta que no tiene que ver con interpretaciones.
La edad cronológica, a su vez, se clasifica en diferentes momentos o etapas:
Niñez o infancia: desde el nacimiento hasta el inicio de la adolescencia.
Adolescencia: dependiendo de factores genéticos, la adolescencia o etapa del desarrollo tiene lugar desde los 12 o 13 años hasta los 15 a 16.
Juventud: abarca desde la adolescencia hasta los 27 años, según las estimaciones comunes. Según las Naciones Unidas se considera jóvenes a las personas cuyas edades se encuentran comprendidas entre los 15 y los 24.
Edad adulta: desde los 25 o 27 años hasta los 55 o 60, que es la edad de la jubilación en diferentes países.
Vejez: para quitarle el estigma de la denominación también es llamada tercera edad y comienza a los 55-60 años.
¿Qué es la edad biológica?
La edad biológica es una medida para estimar la condición real del organismo, tomando como referencia la edad cronológica en comparación con el estado funcional interno.
La edad biológica indica la edad real del cuerpo. Según los estudios, está determinada por el grado de deterioro de los órganos y sistemas o por la manera como el paso del tiempo ha influido en el desgaste natural de los mismos, lo que es una consecuencia natural.
Por tanto, la edad biológica no siempre coincide con la edad cronológica de la persona. Algunas veces puede ser mayor el envejecimiento, pero también menor.
En este orden de ideas, se considera que las personas que tienen una edad biológica estimada inferior a la cronológica corren menor riesgo de desarrollar enfermedades.
Para conocer la edad cronológica el factor preponderante es cuándo naciste y en qué año estamos. Para la edad biológica se toman en consideración la genética y el estilo de vida. También se estima que el daño oxidativo está asociado con el proceso del envejecimiento.
Entre los factores que influyen en el envejecimiento biológico del cuerpo se encuentran los siguientes:
Genética.
Dieta sana.
Ejercicio.
Estrés.
Consumo de alcohol y tabaco.
Obesidad
Enfermedades crónicas.
¿Cómo conocer la edad biológica?
La edad cronológica se mide en años, meses y días. Pero, ¿se puede medir la edad biológica? ¿Cómo se hace para determinar el estado funcional de los órganos internos?
No existe un amplio consenso con respecto a cómo conocer, con exactitud, la edad biológica. Sin embargo, se han propuesto y utilizado diferentes estimaciones, basadas en indicadores.
De acuerdo con investigaciones recientes, los relojes epigenéticos (miden la metilación del ADN en sangre) se consideran las estimaciones más precisas. En otro estudio también se confirmó que la metilación del ADN es una forma de predecir la edad biológica de los tejidos.
Otro biomarcador que se ha asociado con la edad y la salud es la longitud de los telómeros. Los telómeros son proteínas en el ADN, las que se encuentran al final de los cromosomas. Su función primordial es proteger la estructura y función de la información genética.
Ahora bien, se ha determinado en estudios que cuanto más cortos son los telómeros, peor es la salud y mayor la edad biológica. Por ende, se considera que determinan la rapidez con que las células envejecen y mueren.
Consejos para envejecer de forma saludable
Estamos aún lejos de saber todo lo que necesitamos sobre la medición de la edad biológica. Si bien se reconoce la importancia de la metilación del ADN en el envejecimiento, faltan por responder preguntas fundamentales.
Se sabe que los telómeros se degradan y acortan a lo largo de la vida. Hay varios factores que influyen en dicho proceso. Algunos no los podemos controlar, como la genética, pero otros sí.
Entre estos últimos tenemos la mala alimentación, la obesidad, el fumar, la mala higiene del sueño, el estilo de vida sedentario y la poca actividad física.
Alimentación balanceada
Una dieta equilibrada puede reducir el envejecimiento de las células. Ya se han realizado investigaciones que demuestran la existencia de un claro vínculo entre nutrición y edad biológica.
Por tanto, hay que evitar harinas refinadas, grasas trans y azúcares, que aumentan el riesgo de obesidad, contribuyendo a la aparición de enfermedades.
Debemos Incluir en la dieta más verduras, hortalizas, frutas frescas y frutos secos, además de aceite de oliva, pescados y lácteos. Estos alimentos reducen las posibilidades de desarrollar problemas cardiovasculares y previenen el estrés oxidativo, así como la inflamación crónica.
Actividad física regular
Realizar alguna actividad física con frecuencia (3 a 5 días a la semana) y de manera moderada (30 a 45 minutos) es lo mejor. Los estudios dicen que el ejercicio protege los telómeros contra el acortamiento, particularmente en las personas mayores.
Descanso
Según un estudio, el insomnio se asocia con una menor longitud de los telómeros en adultos mayores. Por lo tanto, las alteraciones del sueño aumentarían el envejecimiento celular.
Así que, para evitar problemas a futuro, es conveniente que descanses y mejores tus hábitos nocturnos. Dormir de 7 a 8 horas continuas, acostándote y levantándote en el mismo horario siempre, aseguran un buen descanso y te ayudan a mantenerte joven.
Estrés y emociones saludables
Aunque todavía no se conoce con exactitud el mecanismo mediante el que el estrés propicia el acortamiento de los telómeros, no hay dudas de que los estados de ansiedad tienen un efecto negativo en la edad biológica.
Diversos estudios demuestran que en los pacientes con estrés psicológico hay mayor estrés oxidativo, menor actividad de la telomerasa y menor longitud de los telómeros, en comparación con personas que nunca han sufrido este tipo de trastornos.
Un estilo de vida saludable para envejecer bien
El paso del tiempo trae consigo no solo el hecho de envejecer. También nos da experiencias y sabiduría. Si bien es cierto que el envejecimiento está más allá de nuestro control, no sucede así con el cómo. En este sentido, la edad biológica puede ser una buena indicación de qué tan bien estamos envejeciendo.
Es importante saber que la genética está relacionada con el envejecimiento biológico en apenas un 25 % del total, en tanto que el resto de los factores está al alcance de las decisiones: alimentación, ejercicios, hábitos y emociones saludables.
Las investigaciones lo confirman, pues mantener un estilo de vida saludable puede alargar los telómeros y enlentecer los procesos de degradación.