Llegan las ofertas, los carteles llamativos y plenos de colores en las vidrieras, los anuncios en las redes sociales, la vorágine en la calle de personas que van y vienen con bolsas. ¿Por qué somos presa fácil de comprar más en rebajas?

Con tanta información, ¿cómo esperamos que el cerebro no resulte seducido y experimente una necesidad de compras? Desde las áreas de mercadeo y ventas entienden muy bien cómo funciona la mente.

¿Por qué sucede la tentación de comprar en rebajas?

Al momento de realizar compras, es importante saber que el cerebro funciona de manera compartimentada. Mientras que hay áreas o regiones (como el necórtex) que se encargan de pensar de manera más prudente y con cierta lógica, hay otras vinculadas con el sistema límbico, que responden a las emociones.

Por supuesto, si la experiencia de compra del cliente está diseñada de principio a fin, es difícil escapar. Las emociones se ponen a flor de piel y nuestra parte más consciente baja las defensas.

Por otro lado, el cerebro también funciona a partir de mecanismos de recompensa. Si hay algo que deseamos mucho y lo conseguimos a un buen precio, nos invade una sensación de bienestar, de haber logrado algo casi increíble: tener un producto a un valor más bajo que lo habitual.

Aquí hay que saber que la sensación de recompensa es cortoplacista. Es decir, se mantiene en un momento determinado, pero luego resulta efímera.

En esta misma línea, las rebajas, al asociarse a descuentos, hacen más fácil justificar el consumo. Por lo cual, se debilita la culpa por hacerlo.

La influencia del contexto

Muchas veces queremos hacer compras porque estamos influenciados por lo que sucede alrededor. Vemos la foto de alguien que usa determinada sudadera y parece estar feliz. Accedemos a un video de una persona haciendo el unboxing de un determinado producto y queremos tener la misma experiencia.

Lo que nos moviliza a hacer la compra es acoplarnos a lo que están haciendo los demás. Buscamos replicar la situación y refugiarnos en esa especie de garantía de la felicidad. A esta situación se añade el hecho de que queremos mantener una imagen que nos brinde un sentido de pertenencia.

También el cerebro se activa ante expresiones potentes que prometen lo nuevo, el cambio, las rebajas. Estos conceptos disparan determinadas hormonas que nos producen un bienestar momentáneo.

Todo aquello que sugiere un cambio funciona como un estimulante natural, marcando comienzos y bienvenidas. ¿A quién no le resulta atractivo subirse a este tren de volver a empezar?

¿Cómo evitar caer en los excesos de comprar en rebajas?

En primer lugar, vale la pena destacar que no se trata de criticar el comportamiento de compra. Después de todo, a las personas nos gusta disfrutar de pequeños placeres: una prenda de ropa, un buen vino o lo que sea.

De lo que se trata es de evitar ser títeres del mercado, reaccionando a un estímulo sin tener en cuenta otras variables. Veamos algunas recomendaciones para racionalizar las compras en rebajas.

Evita estar mirando publicidades durante mucho tiempo

Las estrategias de mercado están pensadas para desencadenar el consumo. De esta manera, se busca pasar de la duda hacia el “sí, lo compro”. Mientras más tiempo pases mirando anuncios, es más probable de que te convenzas de que lo necesitas.

Busca solo aquello que realmente necesitas

Si quieres aprovechar una rebaja, dirígete hacia el sitio o el sector específico en donde lo encuentras. De esta manera, evitas merodear por toda la tienda y caer en la compra fácil.

Asigna un presupuesto cuando quieras comprar en rebajas

Si quieres adquirir algunos productos, aprovecha y hazlo con descuentos. Sin embargo, no caigas en la trampa y en la excusa de que está a muy bajo precio, dando rienda suelta al deseo. Decide un monto a invertir y ajústate a esa cifra.

Piensa un poco más allá

El consumo por el consumo mismo tiene consecuencias que exceden a la economía. También tiene un impacto en el ambiente e incluso muchas industrias reciben sus ganancias con base en el empleo precarizado.

Por eso, al momento de comprar en rebajas, puedes buscar buenas razones para no hacerlo. Así, no serás parte de una industria irresponsable.

Elige tus valores; no dejes que el mercado lo haga por ti

Aunque exista el imperativo del marketing y de comprar en rebajas, es necesario detenerse y encontrar un sentido. ¿Por qué quiero esto? ¿Es necesario hacer más compras? ¿Adquirir otra prenda más me aleja de otros objetivos, como ahorrar para un viaje con amigos?

Para estar atentos, debemos saber que existen las llamadas adicciones comportamentales. Se relacionan con conductas y no con el consumo de sustancias.

En muchos casos, se convierten en una obsesión, interfieren con la vida cotidiana y generan el síndrome de abstinencia. Comprar sin mesura y de manera permanente podría desencadenar esta situación.

Por supuesto, la propuesta no es mortificarse cada vez que compramos algo, sino hacerlo desde un lugar de consumo consciente y responsable. Debemos conocer cuáles son nuestros valores y propósitos y orientarnos hacia ellos, en lugar de dejarnos llevar por el flujo del mercado.

Más allá de las razones personales, también hay un contexto que acompaña y nos envía todo el tiempo el mensaje de comprar y comprar, prometiendo la recompensa de satisfacción, autoestima y bienestar.