A pesar de que existe la idea generalizada de que las generaciones más jóvenes están más habituadas a las redes sociales y dedican más tiempo a sus smartphones, lo cierto es que las aplicaciones de citas parecen no estar entre sus prioridades. O, al menos, eso es lo que se desprende de un reciente estudio publicado en el blog de ExpressVPN, donde se indica que las generaciones anteriores a la Gen Z –en particular los Millennials– les dedican más tiempo.

A grandes rasgos, la diferencia de tiempo es más bien sutil: hablamos de unas cinco horas y quince minutos al mes por parte de los Millennials, por solo cuatro horas y cuarenta y cinco minutos por parte de la generación Z. Sin embargo, estas cifras solo se refieren al tiempo promedio empleado por cada generación en la app.

Existen otras cifras que apuntan a un consumo inferior de estas aplicaciones durante los últimos años, que en parte podría estar asociado al descenso esperable tras la pandemia global –cuando todo el mundo estaba encerrado en casa y buscaba formas de socializar a través del espacio digital–, y en parte respondería a un menor interés por parte de la generación Z a la hora de usar estas aplicaciones para encontrar pareja.

Ansiedad, miedo al rechazo y problemas de autoestima

En el artículo de ExpressVPN se exploran diversos motivos por los que la generación Z estaría abandonando este tipo de aplicaciones. Entre ellas se destaca que las apps no cumplen con las expectativas, ya sea porque a los usuarios les resulta difícil encontrar a su pareja ideal o porque, para lograrlo, deben explorar una cantidad de perfiles excesiva y navegar a través de conversaciones muy repetitivas o demasiado superficiales.

Esto concuerda con algunas de las cifras publicadas en el texto, donde, por ejemplo, se menciona que un 55% de los usuarios de estas apps tiene como propósito encontrar una relación estable, mientras que solo un 26% termina por encontrarla. El resto de usuarios sencillamente no obtiene nada de provecho de estas aplicaciones más allá de una sensación de frustración o de rechazo que, por supuesto, no los incentiva a seguir usándolas.

El rechazo experimentado en las aplicaciones de citas contrasta con la burbuja emocional que acostumbran a representar las redes sociales como Instagram, Facebook o TikTok, donde generalmente el algoritmo termina rodeando a los usuarios de perfiles con los que simpatizan. Esto se traduce en un impacto mucho más positivo de cada publicación, lo que refuerza la autoestima de los usuarios: especialmente en el caso de nativos digitales como la Gen Z.

Muchos usuarios optan por las apps equivocadas

Por otro lado, en el artículo también se destaca que no todas las aplicaciones de citas funcionan igual, así que los usuarios deberían considerar cuál es la aplicación que instalan en sus dispositivos en función de sus intereses personales. Por ejemplo, el formato de apps como Tinder está mucho más orientada a las citas casuales o a los ‘amigos con derecho a roce’, porque el 90% del proceso de selección se basa solo en la apariencia física.

Tratar de encontrar una pareja permanente en este tipo de aplicaciones puede conducir a la frustración y al fracaso, sobre todo si se tienen las expectativas equivocadas. En cambio, quienes buscan una pareja a largo plazo lo tienen mucho más fácil si optan por aplicaciones como Meetic o Match.com, donde es necesario rellenar extensos cuestionarios sobre la personalidad o los gustos individuales para dar con la pareja correcta.

Ahora bien, otra posible razón por la que la generación Z no está optando por estas apps de citas tanto como los Millennials puede radicar sencillamente en que prefieren los encuentros en persona. Esta tendencia se acentuó después de la pandemia, cuando un exceso de experiencias digitales motivadas por los confinamientos provocó la respuesta contraria y despertó el anhelo de las experiencias personales: sin duda una interesante vuelta al pasado.