¿Por qué es bueno comer sardinas? Las sardinas contienen múltiples nutrientes tales como vitamina B12, selenio, hierro, cobre y potasio, de acuerdo con información de InfoSardina.
Además de ser nutritivas y económicas, destaca su versatilidad como alimento, ya que pueden comerse como proteÃna principal dentro de tus platillos, en ensaladas o como snacks con galletas saladas.
Si quieres probarlas, descubre cuáles son los beneficios de agregar sardinas a tu dieta.
Favorece la salud cardiaca
Su alto contenido en ácidos grasos Omega-3 reduce los triglicéridos y los niveles de colesterol LDL (malo) en la sangre.
El Diario de la Asociación Americana del Corazón agrega que este pescado baja la presión sanguÃnea, previene las arritmias cardiacas, asà como el endurecimiento y el bloqueo de las arterias.
Además, las sardinas disminuyen la inflamación de los vasos sanguÃneos. Estas propiedades mejoran las funciones cerebrales y evitan la aparición de enfermedades crónicas.
Protege los huesos
Las sardinas son ricas en vitamina D, calcio y fósforo. Según un artÃculo publicado en el Centro Nacional para la Información Biotecnológica de los Estados Unidos, estos nutrientes previenen la pérdida de minerales en nuestro esqueleto y ayudan a la recuperación de los huesos rotos después de lesionarse. De igual manera, favorecen la remodelación de los huesos, un proceso que consiste en reemplazar el tejido óseo viejo por tejido nuevo.
Por otra parte, su contenido en vitamina D es esencial, una porción de 100 gramos proporciona el 68% de la dosis diaria recomendada y, de acuerdo con el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, las sardinas evitan el dolor óseo y mantendrán saludables tus dientes y músculos.
Controla los niveles de azúcar
Una investigación publicada en Molecular Medicine Reports concluyó que consumir sardinas previene y revierte la resistencia a la insulina, lo cual es de suma importancia para quienes padecen diabetes y sÃndrome metabólico.
Gracias a su contenido en proteÃnas y grasas saludables, las sardinas retrasan la liberación de glucosa en la sangre. A su vez, esto disminuye la absorción de azúcar y regula su presencia en nuestro cuerpo
Mejora el estado de ánimo
Según una publicación de la Universidad de California en Berkeley, los ácidos grasos Omega-3 presentes en las sardinas previenen los trastornos en el estado de ánimo, como la ansiedad y la depresión.
Investigadores del Centro Médico Chi-Mei señalan que nuestro cerebro está conformado por un 60 por ciento de grasa, por lo que estos ácidos esenciales mejoran la función del sistema nervioso central.