El Centro para la Prevención de Enfermedades destaca que el pollo crudo está contaminado con bacterias como la salmonella, por eso dicen que es importante no lavarlo ya que puede pasar los microbios al fregadero y otras superficies de la cocina.
Incluso pueden llegar a alimentos que tengamos cerca cuando estemos lavando el pollo, lo que causará una contaminación cruzada de los microbios, bacterias o virus y con eso nos podemos enfermar con facilidad.
Ante este hecho, los expertos recomiendan no lavar el pollo, sino exponerlo crudo a altas temperaturas, recomiendan 74 grados centígrados, para destruir los microorganismos y las bacterias que viven en la carne.
Además de eso, recomiendan que al manipularlo:
Verifiques la caducidad del producto
Refrigerar adecuadamente.
Mantenerlo alejado del resto de los alimentos en tu carrito, bolsa de compra o refrigerador para evitar que sus jugos los contaminen.
Lavar tus manos con jabón antes y después de manipular la carne.
Usar una tabla de cortar especial para la carne cruda.
Lavar adecuadamente con agua jabonosa caliente los recipientes donde colocaste el pollo crudo.