Pese a que los seres humanos pueden caber en la boca de las ballenas, específicamente en el caso de las jorobadas, no pueden ser tragadas por las mismas, de acuerdo con investigaciones compiladas por medios como National Geographic o Querqus, debido a sus características físicas.

Según explicó Nicola Hodgins de Whale and Dolphin Conservation, una organización sin fines de lucro del Reino Unido, la garganta de una ballena jorobada es aproximadamente del tamaño de un puño humano y solo se puede estirar hasta aproximadamente 38 centímetros de diámetro para ingerir un alimento más grande.

Por lo que un humano en etapa adulta no podría pasar por la garganta del mamífero.

El hecho resultó trascendente debido a que tan solo hace pocos días un buceador en busca de langostas fue noticia cuando describió que sobrevivió milagrosamente al ser “tragado” por una ballena jorobada en la costa de Cape Cod, en Massachusetts.

Michael Packard relató que sintió un empujón, y “lo siguiente que recuerdo es que todo estaba completamente oscuro”, para posteriormente ser escupido de regreso a la superficie.

En el caso de Packard, explicaron que probablemente haya sido “envuelto en lugar de tragado” hasta que la ballena se dio cuenta de su error y lo escupió de inmediato. “Posiblemente haya sido una experiencia traumática tanto para Packard como para la ballena, que solo estaba tratando de comer peces”.