Incluir a los arándanos en nuestra alimentación ayuda a proteger las células de los radicales libres, prevenir enfermedades cardiovasculares, reducir el deterioro cognitivo y prevenir infecciones urinarias.

Estos frutos no son recomendados para las personas que:

Personas que toman anticoagulante: el consumo elevado de arándanos, debido a su contenido de vitamina K, puede incrementar el riesgo de formación de coágulos en quienes están medicados con anticoagulantes.
Personas medicadas por diabetes: los arándanos reducen los niveles de azúcar en la sangre pero, al combinarse con medicamentos para la diabetes u otro tipo de bayas, podría ocasionar cuadros de hipoglucemia.
Personas alérgicas: si bien hay pocos casos, algunas personas podrían ser alérgicas a los salicilatos, compuestos presentes en estos frutos. Consumirlos les podría ocasionar dolor de cabeza, reflujo, erupción cutánea, diarrea, náuseas, estreñimiento y vómitos.