La noche polar se caracteriza por la ausencia del Sol durante el invierno en algunas regiones del mundo, es un fenómeno astronómico que provoca que las noches duren de 40 a 66 días, dependiendo.
La misma se da por la inclinación del eje de la Tierra que hace que el Sol no alcance una altura suficiente para aparecer por encima del horizonte por lo que la luz directa no llega a las regiones más cercanas a los polos.
Según la UNAM, la noche polar es en invierno en las regiones que están cerca del círculo polar, como es el caso de Barrow en Alaska, Murmansk en Rusia, Nuorgam en Finlandia y Tromso en Noruega, por mencionar algunas.
Que la noche dure más de 24 horas tiene efectos en las personas, animales y el clima. Algunos ejemplos de ello son:
Algunas personas pueden sufrir cambios en su estado de ánimo e incluso hay quienes pueden llegar a tener depresión en la temporada invernal
Los animales tienen una mayor actividad reproductiva
El clima frío se intensifica, llegando a los -20 °C en enero
En algunos lugares pueden apreciarse auroras, luces brillantes y cielos estrellados en el cielo
En las regiones más altas, la noche polar se prolonga mucho más, pues no existe ni un solo rastro de luz
Los habitantes de las regiones que viven la noche polar se anticipan a este momento. En algunos casos sus actividades se reducen a visitas familiares y tareas dentro del hogar
En muchas regiones los habitantes se reúnen en el último día iluminado para ver el último atardecer del año
El turismo aumenta durante esta época para apreciar este fenómeno, ver auroras boreales, disfrutar de la nieve y de la temporada navideña