En una sociedad donde la salud mental se ha convertido en una preocupación creciente, las soluciones alternativas están ganando terreno.
Una reciente investigación de la Universidad de Harvard reveló que el simple acto de abrazar a un perro puede tener un impacto significativo en la salud emocional, especialmente en mujeres que buscan alivio del estrés y tristeza.
Los perros han sido compañeros leales de los seres humanos durante siglos debido a su capacidad para brindar afecto incondicional, así como su naturaleza intuitiva para detectar el estado emocional de las personas.
El estudio de Harvard encontró que tener y apegarse a un perro está asociado con una disminución de los síntomas de depresión y ansiedad, ofreciendo una posible vía terapéutica natural para mujeres de mediana edad y mayores.