A raíz de la pandemia, está claro que el trabajo remoto llegó para quedarse. Ese cambio hace que los empleados y gerentes se enfrenten a nuevos desafíos en el lugar de trabajo, entre los que se encuentran los problemas de salud mental por trabajar en aislamiento.

Ahora más que nunca, hay mucho que ganar al aprender de las experiencias vividas de los trabajadores temporales. Muchos han experimentado con la gestión de una forma radical de agencia, flexibilidad y autonomía en un entorno en el que trabajar de forma aislada era una norma mucho antes de que se convirtiera en una realidad global.

Basándonos en nuestra propia investigación como académicos universitarios sobre el trabajo por encargo, podemos identificar algunos de los desafíos de trabajar de forma aislada y ofrecer algunos consejos prácticos sobre cómo abordarlos.

Los costos emocionales
El trabajo por encargo tiene algunas ventajas, como ser el propio jefe o establecer su propio horario. Sin embargo, el aislamiento típico de esta forma de trabajo también puede tener un costo emocional. Los trabajadores temporales a menudo se sienten solos y ansiosos porque no tienen fácil acceso a las relaciones o membresía en una organización.

En una investigación preliminar realizada para su disertación, una de nosotras, Brittany Lambert, descubrió que esta ansiedad puede aumentar a niveles clínicamente significativos. En esta investigación, 47 trabajadores temporales en profesiones altamente calificados proporcionaron un total de mil 287 respuestas a encuestas diarias sobre sus experiencias laborales y salud mental. Los hallazgos iniciales revelaron que, en promedio, experimentaron niveles elevados de ansiedad durante más de la mitad de los 10 días del estudio.

Cultivar comunidad
Una forma de romper el aislamiento de trabajar solo es crear intencionalmente un sistema de apoyo.

La investigación sobre la vida social de los trabajadores temporales sugiere que es posible construir una comunidad social próspera incluso cuando el trabajo no viene con relaciones integradas. En cambio, los trabajadores temporales deben ser proactivos e ingeniosos para buscar y profundizar estas conexiones.

Un ejercicio de reflexión
La próxima vez que se sienta deprimido, ansioso o atascado pensando, aquí hay un ejercicio simple creado por la psicóloga clínica Natasha Hansen de la Universidad de Indiana para cambiar esos sentimientos y pensamientos. Haga una pausa y hágase las siguientes cuatro preguntas, anote sus respuestas y reflexione sobre cada una a medida que avanza:

¿Qué estaba pensando? ¿Es cierto ese pensamiento? ¿Cuál es la evidencia para el pensamiento, y hay alguna evidencia en contra del pensamiento?

¿Es útil ese pensamiento? ¿Me mueve en la dirección de las cosas que son importantes para mí? ¿Hay algo más que pueda decirme a mí mismo que sea más cierto y más efectivo para moverme en la dirección de mis metas?

Tómate otro minuto para reflexionar sobre lo que escribiste en el Paso 4. ¿Cómo te hace sentir? ¿Qué te incita a hacer en comparación con el pensamiento que escribiste en el Paso 1?