Es algo bastante común: sentirse como un globo, con la sensación de tener el estómago lleno pero sin necesariamente haber comido mucho.

La hinchazón o distensión es un aumento visible del tamaño del abdomen. La barriga se siente llena y esto genera una incomodidad.

Además del cambio físico evidente, puede venir acompañado de dolor de barriga, molestias o ruidos.

Detrás de esta dolencia tan habitual puede haber muchas causas. Algunas son sencillas de manejar y, para atajarlas, basta con hacer algunos cambios en nuestra dieta. Otras son más complejas y pueden ir desde problemas en nuestro sistema inmune hasta ser un indicativo de un tipo de cáncer.

Aquí te contamos algunas de las razones, qué señales son las que nos deben poner alerta y qué habitos cambiar para evitarlo.

¿Aire? No, gracias

La razón más común de la hinchazón es tener muchos gases en el intestino. Señala el NHS, el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido, que esto puede ser provocado por algunos alimentos y bebidas o por tragar aire.

El SIBO puede ocurrir tras una complicación en una cirugía abdominal o producto de algunos problemas estrucuturales de nuestro sistema digestivo, como adherencias intestinales o diverticulitis, unas bolsas abultadas que sobresalen en el intestino delgado, según indican en la Clínica Mayo.

El síndrome del colon irritable, una condición muy común que afecta al sistema digestivo, puede hacer que quien lo sufre sea extremadamente sensible a los gases y tenga dolores, calambres estomacales, diarrea y estreñimiento además de hinchazón abdominal.

Se desconoce la causa exacta del síndrome del colon irritable, pero indican en el NHS que se ha relacionado con cosas tan variadas como que los alimentos pasen por el intestino demasiado rápido o demasiado lento, nervios hipersensibles en el intestino, estrés y antecedentes familiares.

Otro motivo que puede hacer que estemos hinchados es la gastroparesis, una enfermedad que afecta a los músculos del estómago y hace que su motilidad, es decir, el movimiento espontáneo normal, cambie. Puede ser que la motilidad se ralentice o deje de funcionar y, así, el estómago tarda más en vaciarse.