Los quelites son hierbas comestibles, su nombre deriva del término náhuatl quilitl, que significa verdura o planta tierna comestible, en 2019 su producción alcanzó las 308 toneladas.

Estas plantas forman parte de un grupo de especies poco conocidas, en algunos casos casi olvidadas, que se han mantenido en el contexto de la milpa y aún se consideran quelites, es decir, verduras tiernas comestibles, sobre todo hojas o hierbas tiernas, así como tallos modificados, botones florales, guías, retoños e inclusive flores.

Los quelites forman parte de nuestra cultura desde la época prehispánica, pues están presentes en las preparaciones de distintos platillos. Estas deliciosas plantas se consumen de muchas formas, algunos quelites se comen crudos, otros se cuecen, se hierven, se cocinan al vapor, se asan, se fríen ligeramente o se guisan en sopas, salsas, tacos, quesadillas, moles, entre otros, pero en general, se consumen en fresco.

¿Por qué debemos consumir quelites?

Contienen más del 75% de agua, y el resto del material corresponde a carbohidratos, fibras y pequeñas cantidades de lípidos que dan una densidad energética comparativamente baja.

Algunos quelites llegan a contener 6g de proteína por 100g de muestra, superior al contenido de muchas verduras.

Son fuente importante de riboflavina, tiamina, niacina, vitaminas A y C, además de ser fuente de calcio, potasio, magnesio, fósforo, hierro y zinc.

En México se consumen alrededor de 350 especies, entre los más conocidos encontramos:

Romeritos
Verdolaga
Epazote
Huauzontle
Quelite cenizo
Pápalo
amaranto
Aún falta mucho por saber sobre los quelites. Su producción podría incrementarse basándose en el conocimiento de los agricultores, que merece ser valorado, respetado y protegido, pero también adaptando, cuando sea necesario y posible, prácticas innovadoras, como las camas de cultivo (CONABIO).