La importancia del ejercicio físico y el deporte se refleja en la salud y la vitalidad de los niños. La resistencia, la flexibilidad y la fuerza pasan todas por la dedicación de los chicos a prácticas en las que sus cuerpos se mueven o ejercitan. Pero claro está, no toda actividad física es ejercicio, ni todo ejercicio es deporte.

Aunque todos estos ámbitos son fundamentales y cada práctica posee sus requerimientos y exigencias, hay diferencias sustanciales. Con respecto a las físicas, incluyen todos los movimientos y acciones en los que se implican huesos, músculos y articulaciones del niño. Van desde caminar, correr o saltar en la cotidianidad doméstica hasta el juego o la distracción al aire libre.

El ejercicio físico, en cambio, ya solicita planificación, rutinas, metodología; pasos previos que forman parte de la práctica deportiva. Contempla la competencia, la recreación y el juego sujeto a reglas. Amerita entrenamiento continuo para lograr su perfeccionamiento.

Aunque todos estos ámbitos son fundamentales y cada práctica posee sus requerimientos y exigencias, hay diferencias sustanciales. Con respecto a las físicas, incluyen todos los movimientos y acciones en los que se implican huesos, músculos y articulaciones del niño. Van desde caminar, correr o saltar en la cotidianidad doméstica hasta el juego o la distracción al aire libre.

El ejercicio físico, en cambio, ya solicita planificación, rutinas, metodología; pasos previos que forman parte de la práctica deportiva. Contempla la competencia, la recreación y el juego sujeto a reglas. Amerita entrenamiento continuo para lograr su perfeccionamiento.

Beneficios del ejercicio físico y el deporte en los niños

Conocida la diferencia entre el ejercicio físico y el deporte en los niños, los beneficios también se corresponden y ordenan. Porque si bien con el ejercicio el cuerpo adquiere resistencia, flexibilidad y fuerza, con el deporte hay una carga social y colectiva más específica.

Todos los niños necesitan ejercitarse físicamente, al menos una hora, pero no todos llegan a desarrollar o a desempeñarse en un deporte puntual. Siempre toca a los padres crear las condiciones que lo propicie.

La importancia del ejercicio físico y el deporte se manifiesta en sus bondades. La prevención de la obesidad, la liberación de endorfinas con la consecuente sensación de bienestar y una dieta equilibrada. Todo ello, en conjunto, reportarán al niño salud y bienestar. Además de influir en otros aspectos, como los que veremos a continuación.

Mejora de la resistencia cardiorrespiratoria

Esto refiere la preparación de los músculos para los esfuerzos físicos que exigen del corazón y los pulmones un tiempo de esfuerzo más prolongado. Es también un indicador de la salud del niño, pues revela el nivel de oxigenación en la sangre, lo que permite el óptimo desempeño muscular.

Incremento de la flexibilidad

Es la capacidad de las articulaciones para moverse en arcos los más amplios posible. En los primeros años, los niños son por naturaleza más flexibles que al crecer. No obstante, es una condición que se puede educar.

Con la flexibilidad aumenta el tono muscular, la tolerancia al estiramiento, aumenta el rendimiento y, muy importante, se reduce el riesgo de lesiones.

Aumento de la coordinación

Esta capacidad le permite al niño organizar y regular en un solo movimiento, con objetivo determinado, una estructura compleja de músculos y articulaciones. Se trata de un todo complejo que se adquiere de forma paulatina.

Y algo esencial es que la coordinación se encuentra en la base y el éxito de todas las actividades físicas y deportivas que se practiquen. En efecto, la coordinación le permitirá un mayor bagaje de recursos motores, fundamento de sus habilidades motrices, claves para su desarrollo cognitivo, físico y social.

Tolerancia a la frustración

El deporte es una acción planificada, regular y social, por lo tanto, está sometida a reglas tanto personales como colectivas. De modo que sus aportes se expresan en la salud corporal, pero también en el cuerpo social.

Si hay esfuerzo y dedicación, con mucha mayor probabilidad se sobrellevarán mejor los reveses. Aquí es muy necesaria la orientación de los padres y entrenadores, que tienen que convertir las caídas en aprendizaje.

Trabajo en equipo y valoración del esfuerzo

El deporte es el escenario idóneo para que el concepto de trabajo en equipo se despliegue y evolucione. El respeto a las normas y al liderazgo, la disciplina, la humildad y reconocimiento del otro son valores indispensables para la vida misma. Y en la cancha o en la pista, el niño los pondrá a prueba, modelando su carácter y personalidad.

El niño que practica un deporte empieza a comprender el valor del trabajo cooperativo para alcanzar la meta y el triunfo. En ese sentido, obtendrá una respuesta positiva de su esfuerzo, de la dedicación, del tiempo empleado en entrenamiento y preparación.

Disciplina

Cuando las reglas en la familia y en la escuela tienden a difuminarse, en el deporte siguen siendo bien vistas y teniendo completa vigencia. Está más que aceptado que, sin el rigor de la disciplina, es imposible alcanzar lugares preponderantes en el dominio de los ejercicios.

Inscribir al niño, incluso si se le ha diagnosticado algún déficit de atención e hiperactividad, en un régimen de entrenamiento y equipo, redundará en beneficios. Sobre todo en aspectos constitutivos como la función cognitiva, la ejecutiva, la coordinación motora, el rendimiento académico, el comportamiento y las habilidades sociales.

Precauciones del ejercicio físico y el deporte en niños

El ejercicio físico amerita un examen médico que evalúe la condición del niño; máxime si este participa en un deporte competitivo. Los padres también deben prevenir que no se le exija demasiada fuerza física y, en lo posible, evitar las contusiones.

Cualquier actividad en la que se ponen en tensión y movimiento los músculos, articulaciones y huesos tiene que ser antecedida por rutinas de calentamiento. Ha de ser conducida con moderación y la fuerza debe aplicarse de manera progresiva.

La hidratación del niño es primordial. Si aparece alguna reacción, como cansancio, náuseas, disnea, dolor de cabeza o sangrado por la nariz, entre otros, hay que consultar al médico. Si el niño presenta obesidad es recomendable que se integre a un plan de entrenamiento guiado por especialistas.

En este particular, un artículo premiado en 2011 por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, a través de la Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad (NAOS), argumenta en extenso por qué se necesita la adherencia a entrenamientos personalizados para niños con sobrepeso.

La importancia del ejercicio físico y el deporte contra el sedentarismo y la obesidad

Los padres se enfrentan a un enemigo silencioso: el sedentarismo. De ahí el llamado a reflexionar sobre la importancia del ejercicio físico y el deporte en los niños.

Son muchas las influencias que los conducen a permanecer conectados a pantallas. A esto se suma la ingesta de comidas inapropiadas, rápidas o poco nutritivas y, en consecuencia, la aparición de problemas de socialización y obesidad.

El ejercicio físico y el deporte seguirán siendo la alternativa natural y obvia para vencer estas conductas que se han naturalizado en la sociedad, tanto en grandes como en chicos. Organizar el tiempo de la familia resulta primordial para cumplir con este fin, lo que repercutirá para bien en el desarrollo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2004 había advertido que la obesidad era la pandemia del siglo XXI y en el estudio sobre la situación de la obesidad infantil en España se afirma que en 2025, la prevalencia mundial de obesidad alcanzará el 18 % en los hombres y el 21 % en mujeres.