Glass skin o «piel de vidrio» es un efecto de belleza. La base de la técnica está en limpiar e hidratar el cutis tanto como sea posible, para que evidencie salud y luzca hermoso.

Muchas mujeres se apegan a la tendencia promotora de una rutina de higiene facial que proporciona lozanía. El método toma distancia del maquillaje y se basa en un aseo cutáneo constante, como vía para conseguir un rostro de revista. Descubrimos todo lo que rodea a la dermis de cristal.

¿En qué consiste la tendencia “glass skin”?

«Piel de cristal», «piel clara», «piel transparente», «piel luminosa» y «piel hinchada» son otras maneras de referirse a la glass skin. El procedimiento coreano fomenta el cuidado facial para que el cutis preserve el brillo natural y se muestre sin imperfecciones, con apariencia húmeda.

Un texto de Offarm precisa que las pieles luminosas otorgan gran atractivo al rostro y con frecuencia las asocian al bienestar y la salud. Lograr esa apariencia no es posible de la noche a la mañana. Requiere dedicación y la utilización de cosméticos para cada tipo de piel.

Mediante la limpieza, la rutina desecha las impurezas que le aportan un aspecto cansado al rostro. Asimismo, el método contempla productos de baja densidad, ligeros de textura y con alta composición hidratante.

Es precisamente a través de las fórmulas con estas características que la dermis consigue un estado óptimo y mejora en el desempeño de sus funciones, tal como explica el artículo Hidratación cutánea, estética y salud.

Consejos para desarrollar la rutina de “glass skin”

Ninguna piel se verá en óptimas condiciones si no recibe cuidados intensos. Asear la cara a diario, con independencia de si usaste o no maquillaje, es clave para el efecto de cristal.

Además, es necesario un menú de cosméticos básicos para llevar a cabo la rutina. A continuación, toma nota de las recomendaciones y los productos convenientes.

Limpiar profundo

La Fundación para el Desarrollo Educativo expone que, a simple vista, el cutis podría aparentar pulcritud. No obstante, la contaminación y el sol facilitan el asentamiento de impurezas.

Para la piel luminosa es recomendable la triple lavada con productos suaves, de manera que no obstruyan los poros. En tanto esté más limpio el cutis, los activos siguientes penetran mejor.

Utilizas una leche limpiadora, un gel con vitaminas y una loción espumosa. Las fórmulas cuya base son aceite y agua desprenden rápido la suciedad y se adaptan a cualquier tipo de dermis.

Tonificar y aplicar esencia

Si quieres exhibir una piel de vidrio es imprescindible restablecer el pH. Esta es la función del tónico, una mezcla que aplicas para que el cutis absorba el resto de las sustancias.

Los tónicos faciales minimizan el tamaño de los poros, iluminan y ofrecen elasticidad. Procura aquellos sin mucho alcohol, para prevenir las manchas solares y la resequedad.

Las esencias o aceites son para retener la humedad. Muchos de estos productos contienen elementos como el ácido hialurónico (AH), especial para hidratar, rellenar, evitar la flacidez y rejuvenecer el rostro. Algunos aceites naturales sugeridos para la tersura cutánea poseen rosa mosqueta, limón o uva.

Exfoliar

Aparte de la limpieza de cutis, la exfoliación elimina las células muertas de la piel y los puntos negros. Masajear con exfoliantes estimula la generación de elastina y de colágeno.

Las exfoliaciones pueden ser mecánicas o químicas, según la clase de piel.

Incorporar sueros con retinol

Los sueros ricos en antioxidantes resguardan la cara de los radicales libres. El retinol es un ingrediente que difumina manchas y normaliza el grosor epidérmico. Apenas 3 gotas nutren la piel y le dan la humedad y el brillo que persigue la glass skin.

Abordar las ojeras

Para que el rostro parezca de cristal es pertinente desaparecer las ojeras y las bolsas. Los contornos de ojos con activos como vitaminas C, E y K, los ácidos cafeicos y ferúlico y los péptidos, aclaran el tono violeta bajo los ojos.

Hidratar con crema

Consulta con el dermatólogo la crema hidratante más conveniente. El experto precisará la composición que aumente la flexibilidad y sedosidad del cutis, sin que untarla represente sensación grasosa.

La hidratante que utilices en el día no puede ser la misma de la noche. Las diurnas son más frescas y ligeras, constituidas de AH, ácido ferúlico y vitaminas C o E. Las nocturnas demandan más nutrientes y alfa hidroxiácidos que renueven la capa córnea.

Elegir buenas mascarillas

Los cosméticos que pongas en tu cara tienen que limpiar, achicar los poros hasta hacerlos imperceptibles y no irritar. Prueba las máscaras de arcilla o de miel; estas hidratan y ejercen poder antiinflamatorio y antibacteriano.

Cuidar del sol

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) informan que es importante protegerse de los rayos UV todo el año y no solo en el verano. En esa línea, la Academia Española de Dermatología y Venereología impulsa la cultura de la fotoprotección y una relación saludable con el sol.

Ante estas razones, la rutina coreana no omite la protección solar. Pregunta por los bloqueadores que fusionan antioxidantes y anticontaminantes.

¿Quiénes pueden aprovechar la técnica “glass skin”?

Cualquier tipo de piel recibe bien los cuidados de una rutina glass skin. El secreto está los productos apropiados y el régimen de aseo, hidratación y nutrición.

Es crucial contar con la opinión médica, ya que solo los dermatólogos pueden determinar las sustancias que brindarán a tu rostro la apariencia de cristal. La paciencia también es primordial, dado que los resultados no son evidentes desde el primer día.

Contribución natural para lograr el efecto “glass skin”

El estilo de vida saludable es un aliado del efecto de la piel clara. Dormir suficiente contribuye con el buen aspecto del cutis. Fija una hora para acostarte y antes de ir a la cama lava la cara.

Come grasas saludables, ya que son de provecho para la humectación, la hidratación y la prevención de la flacidez facial. Incluye en tu dieta verduras de hojas verdes, nueces, frutas y peces. Un último consejo es beber bastante agua para reducir las probabilidades de brotes de acné y de piel seca.