Estos productos podrían contaminar el agua, ser peligrosos si los inhalas o ser perjudiciales para el medio ambiente.
Entre los más destacables y que no deberías usar, están:
Limpiadores de baño: Estos son los más agresivos debido a que suelen contener ácidos.
Desinfectantes: De acuerdo con una organización, estos contribuyen a la creación de resistencias bacterianas.
Aromatizantes: la fragancia que estos contienen puede causar náuseas, irritaciones cutáneas y hasta asma ya que contienen EDTA, un contaminante orgánico perjudicial para el medio ambiente.
Blanqueadores: Este contiene hipoclorito de sodio, que es nocivo para la salud y podría ocasionar delirio, baja presión o daños graves en el estómago si es inhalado por un periodo largo de tiempo.
Desengrasantes: Suelen llevar disolventes butilo tóxicos, los cuales pueden ocasionar problemas en el hígado, riñones y al sistema nervioso central.
Líquidos para limpiar muebles: Suelen contener formaldehído, compuesto que es considerado “carcinógeno confirmado para humanos”.
Limpiavidrios: La mayoría de estos están hechos de amoniaco, compuesto que en grandes concentraciones puede irritar los ojos, garganta y vías respiratorias.
Multiusos: Contienen alcohol, propilenglicol y tripolifosfato de sodio los cuales pueden causar náuseas, son irritantes, además de causar daños en el sistema inmunológico.
Amoniaco: Este debe de ser evitado en su totalidad, ya que si se mezcla con otros productos, podría tener resultados fatales.
Es importante que no uses estos productos si son nocivos para tu salud.