Un estilo de vida saludable se basas en tres pilares: práctica de un adecuado ejercicio, participación cognitiva (hacer trabajar a nuestro cerebro) y una dieta saludable (a la par que equilibrada).
Si seguimos estas tres pautas, viviremos más y mejor. Es la principal conclusión de un nuevo estudio publicado en The BMJ. La investigación sugiere que un estilo de vida saludable se asocia con una mayor esperanza de vida entre hombres y mujeres. Además, estos viven una mayor proporción de años restantes sin desarrollar la enfermedad de Alzheimer.
Los científicos ponen en el foco en esta última cuestión, a su juicio, relevante: los años adicionales no significan años adicionales vividos con la enfermedad de Alzheimer.
Vida saludable y Alzheimer
El equipo de investigadores estadounidenses y suizos analizó el impacto potencial de un estilo de vida saludable en la cantidad de años que se vive con y sin Alzheimer. El estudio analiza datos de 2.449 participantes de 65 años o más (edad promedio 76), sin antecedentes de demencia, dentro del Proyecto de Salud y Envejecimiento de Chicago (CHAP).
Los participantes completaron cuestionarios detallados sobre dieta y estilo de vida y se desarrolló una puntuación de estilo de vida saludable basada en: una dieta DASH-mediterránea híbrida (una dieta rica en cereales integrales, verduras de hoja verde y bayas y baja en comida rápida/frita y carnes rojas); actividades cognitivamente estimulantes en la vejez; al menos 150 minutos a la semana de actividad física; no fumar; y un consumo bajo o moderado de alcohol.
Para cada factor de estilo de vida, los participantes recibieron una puntuación de 1 si cumplían con los criterios de salud y 0 si no los cumplían. Se sumaron las puntuaciones de cinco factores del estilo de vida para obtener una puntuación final que oscilaba entre 0 y 5. Una puntuación más alta indicaba un estilo de vida más saludable.
Después de tener en cuenta otros factores potencialmente influyentes, como la edad, el sexo, el origen étnico y la educación, los investigadores encontraron que, en promedio, la esperanza de vida total a los 65 años en mujeres y hombres con un estilo de vida saludable era de 24,2 y 23,1 años, respectivamente. Pero para las mujeres y los hombres con un estilo de vida menos saludable, la esperanza de vida era más corta: 21,1 y 17,4 años, muestra el estudio.
Para las mujeres y los hombres con un estilo de vida saludable, el 10,8 % (2,6 años) y el 6,1 % (1,4 años) de los años restantes los vivió con Alzheimer, respectivamente, en comparación con el 19,3 % (4,1 años) y el 12,0 % (2,1 años) de los participantes del estudio con un estilo de vida menos saludable. A los 85 años, estas diferencias eran aún más notables.
Una esperanza de vida prolongada
Los investigadores señalan algunas limitaciones de la investigación. La primera, se trata de un estudio observacional y, como tal, no puede establecer la causa. La segunda, los estilos de vida fueron autoinformados, lo que posiblemente condujo a un error de medición, y las estimaciones proporcionadas en este estudio no deben generalizarse a otras poblaciones sin investigación y validación adicionales.
Sin embargo, los científicos ponen en valor los hallazgos. “Esta investigación sugiere que una esperanza de vida prolongada debido a un estilo de vida saludable no va acompañada de un mayor número de años viviendo con la demencia de Alzheimer”, concluyen.