Este 2024, se cumplirán 67 años de que la perrita Laika fuera capturada en Moscú, Rusia, y lanzada al espacio en una cápsula Sputnik 2 para comenzar a investigar lo que había más allá de lo que conocemos en el espacio.
La perrita en realidad se llama Kudryavka “Little Barker”, que en ruso significa “rizado”. Es mitad Husky y mitad Terrier, tenía alrededor de tres años cuando fue elegida para ser lanzada en el satélite.
Los de la NASA eligieron a Laika, como se le decía de cariño, porque era tranquila, dócil y perfectamente adaptable a la cápsula Sputnik 2, la cuál estaba equipada para soporte vital como agua y alimentos.
El interior del satélite estaba forrado y el espacio interior era lo suficientemente amplio como para permitir que Laika se tumbara o separará. La temperatura interna se fijó en 15 grados fahrenheit y un sistema de refrigeración tenía que proteger al animal de las sobrecargas térmicas excesivas.
La NASA preparó a Laika para este viaje sin aparente retorno y el 3 de noviembre de 1957 el Sputnik 2 fue lanzado al espacio.
Se cree que Laika probablemente sobrevivió por seis horas, pero algunos dicen que la agonía en realidad duró cuatro días sola en el espacio.
El satélite volvió a la atmósfera cinco meses después, el 14 de abril de 1958, después de dar dos mil 570 vueltas alrededor de la Tierra pero lamentablemente se desintegró en su totalidad al volver a la atmósfera.
Por esta razón, se le considera a Laika como una héroe perruna y como una de las pioneras más famosas e importantes en la NASA ya que su sacrificio fue de gran apoyo para conocer más sobre el espacio y sus maravillas.