Colorados, secos, en forma de bolita, muy pequeños, pero con un sabor inigualable, así son los chiltepines, este chile originario de sonora que se ha vuelto un tesoro para los habitantes del estado ubicado al norte de México.

El chilpepín es una de las tantas maravillas de Sonora, es considerado como “oro rojo” por su alto costo en el mercado, tan solo un kilogramo de este producto puede alcanzar los mil 200 pesos.

Aunque su valor es muy costoso, es común encontrar plantíos en algunas zonas de la sierra del estado, para después posarlos en la mesa y que sean el acompañante ideal de caldos tradicionales como la gallina pinta, el pozole de chicos, o el cocido.

El nombre científico del chiltepín es Capsicum annum, crece en casi todo el continente Americano, desde Estados Unidos hasta Sudamérica. Su fecha de cultivo abarca desde finales de septiembre hasta el mes de noviembre cuando alcanza el punto exacto de picor. La presentación más común es como chile seco, también se puede consumir verde y se utiliza para escabeches y salsas.

La planta del Chilepín es un arbusto, es de tamaño bajo, sus ramas son delgadas y de ahí cuelgan los chiles, muchos crecen debajo del mezquite, esto se debe a que la sombra les proporciona una mejora en su crecimiento.

El chile chilteín tiene la fama de ser muy picoso, esta leyenda abunda en todo México, pero según la escala de Scoville cuenta con 100 a 200 mil grados, en comparación al habanero que tiene 250 y 580 mil grados.

Para moler un chiltepín solo es necesario tomar aplastarlo con algo, puede ser una servilleta o directamente con la mano, pero con el temor a que esta se enchile, para los conocedores está el chiltepinero, herramienta específicamente creada para realizar esta acción.