El cacao es uno de los alimentos que podría ayudar a reducir el colesterol, o al menos a evitar la oxidación de ciertas lipoproteínas. Hablamos de un producto de alta calidad que concentra gran cantidad de fitoquímicos. Es fundamental que aparezca en la dieta de forma regular, aunque no siempre como chocolate con alto contenido de azúcar.
La mayor parte de las presentaciones industriales de cacao se caracterizan por aportar una cantidad excesiva de carbohidratos simples. Estos elementos pueden impactar de forma negativa sobre las glucemias, ocasionando un mayor trabajo del páncreas. En contextos de sedentarismo, dicho efecto se traduce en el desarrollo de diabetes de tipo 2.
Relación entre el consumo de cacao y el colesterol
De acuerdo con una investigación publicada en la revista Nutrición Hospitalaria, la ingesta regular de cacao mejoraría el perfil lipídico y reduciría el riesgo de aterogénesis. Ahora bien, el estudio ha sido realizado en ratas, por lo que los datos no son completamente extrapolables al ser humano. De hecho, hay pocas evidencias en personas acerca de los efectos concretos del consumo de cacao sobre los niveles de colesterol.
Sin embargo, lo que sí se sabe es que la presencia de alimentos de origen vegetal en la dieta disminuye la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad (LDL), lo que reduciría el riesgo de patología cardiovascular. Según un estudio publicado en la revista Trends in Cardiovascular Medicine, son las proteínas LDL-c las que podrían contribuir a la formación de placas de ateroma.
Hay evidencias también sobre los efectos del cacao a la hora de reducir los niveles de presión arterial. Mantener la tensión sanguínea en rangos elevados podría incrementar la incidencia de los accidentes cardiovasculares.
¿Cómo incluir el cacao en la dieta?
Consumir cacao es positivo para la salud. Pero habrá que incluirlo en la pauta de manera adecuada para sacarle el máximo partido.
Lo cierto es que siempre hay que priorizar la variedad amarga, ya que es la que cuenta con mayor cantidad de fitoquímicos en su interior. En el caso de optar por el chocolate, lo mejor es que al menos tenga un 80 % de cacao.
Y es que la mayor parte de los chocolates industriales tienen cantidades excesivas de azúcares añadidos, con poca concentración del ingrediente que interesa. Por este motivo, no suelen ser positivos para la salud metabólica; sobre todo cuando se consumen en exceso. A pesar de que el azúcar simple no es lo más adecuado, en contextos de ejercicio de alta intensidad no sería tan perjudicial.
Hasta podríamos encontrar variedades de chocolate elaboradas con aceite o con grasa de palma, un lípido muy inestable con facilidad para transformarse en trans.
Conviene reducir al máximo la presencia de lípidos trans en la dieta. Estos presentan un carácter inflamatorio muy marcado, por lo que incrementan la incidencia de muchas patologías.
Siempre es recomendable adquirir el cacao en polvo en el supermercado para poder añadirlo a diferentes recetas. Combina bien con la avena, con los yogures y con la leche. Son muchas las alternativas para poder disfrutarlo al máximo.
En el caso de querer mejorar las características organolépticas, reduciendo el amargor, no está de más incluir en las recetas algún tipo de edulcorante artificial. Aunque sin abusar. Existen ciertos indicios de que algunos de estos compuestos reducirían la densidad y la diversidad de la microbiota.
Cuidado con el consumo de cacao antes de dormir
El cacao cuenta con una cierta cantidad de cafeína o de análogos de tipo alcaloide. Por este motivo, no es recomendable su consumo cerca de las horas de sueño.
De lo contrario, se podría reducir la calidad del descanso, dificultando la conciliación y aumentando las interrupciones durante la noche. Romper los ritmos circadianos podría traer bastantes consecuencias negativas.
Al fin y al cabo, la mejor hora para consumir cacao es la mañana. Incluso en la merienda podría tener sentido, en forma de refrigerio.
El cacao es un alimento que puede ayudar a bajar el colesterol
Existen algunos estudios en animales que concluyen que el cacao puede servir para reducir los niveles de colesterol. Aun así, esto no es tan importante como la capacidad de dicho alimento para limitar la oxidación de las lipoproteínas, ayudando a proteger frente al desarrollo de patología cardiovascular.
Hay que tener en cuenta que cuando el objetivo es mejorar el estado de salud, no solo conviene fijarse en la dieta. Es necesario promocionar una serie hábitos en conjunto. De entre ellos, hay que destacar la importancia del ejercicio físico.