Probablemente desde que estoy en el colegio no uso gorras. Cuando iba a la playa y no conseguía quedarme con algún sombrero de mi mamá, una gorra de esas que te regalaban con el nombre de alguna marca famosa siempre servía. Cuando crecí un poco más y ya tuve mi primer novio, que jugaba al béisbol, las gorras volvieron a mi vida, no solo para apoyar al equipo de pelota estadounidense del que repentinamente me volví fan, sino también por ser una novia solidaria.

El ajuste perfecto
Aunque parezca redundante, el punto más importante siempre será encontrar la que te quede bien. ¿Esto qué significa? Que debes sentirte cómoda con la gorra, que tenga el ajuste correcto en la cabeza para evitar que se caiga, pero nunca que sea tan apretada que te vaya a generar dolor de cabeza o, igual de terrible, que te deje marcas rojas en las orejas y/o hendiduras en la frente.

No las combines así
Es cierto que hoy en día las gorras van perfectamente bien con un par de tacones, y que su uso puedo ir del día a la noche, en looks muy deportivos como más casuales y vanguardistas, mas es cierto que hay ciertas combinaciones, por más modernos que queramos ser, que no van. Por ejemplo, usar esa gorra súper deportiva con un conjunto de falda y top de peplum o con una falda larga y camisa de flores. Sin lugar a dudas las gorras van mejor a juego con blazer, chamarras o trench coats, jersey oversize o playeras, faldas tubo o maxi vestidos tejidos, por nombrar algunos estilismos.

Conoce los tejidos
Si usas la gorra durante una época más invernal, opta por hacerlo con una de tejidos más cálidos, como lana o gamuza. Si lo haces durante el verano o cuando vas a la playa, mejor elige una gorra de béisbol en una tela transpirable, como el algodón. Eso sí, si planeas lucir gorra con una chamarra de cuero, asegúrate que, si la gorra es de cuero, efectivamente combinen o, simplemente, decantate por la clásica de algodón para que no existe ese choque excesivo del mismo material tan cerca.

Una regla para saber cuándo aplicar
Recuerda que, en algunas ocasiones, menos es más. Pero lo cierto que es que podrás sacarle mucho más provecho a una gorra negra lisa o blanca (o en cualquier otro tono unicolor), con letras pequeñas encima, que a un modelo que esté cargado de mucho color, diseños, estampados, etc., que podrás usar en contadas ocasiones y que perderá su atractivo después de usarla durante una temporada.

En la medida de lo posible, evita hacer esto…
A menos que la visera obstruya gran parte de tu vista o te impida realizar una tarea de manera segura con ella, no uses las gorras de béisbol al revés. Sencillamente, no es el mejor look. Quizá esto sea excesivo, pero no podemos dejar de mencionarlo, lo mismo ocurre al usarlas de lado. Eso solo funciona para niños pequeños.

La unión de la extravagancia y lo vintage es parte de la suntuosa estética que propone esta diseñadora argentina. Descubre sus brillantes creaciones.

Es común escuchar que el sentido común llega a ser el menos de los comunes, pero así no sea este tu caso específico, no podemos dejar de reseñar este último punto: mantén tu gorra limpia. Una gorra sucia (por sudor o manchas), descuidada, con unos hilos un poco sueltos, nunca es linda ni será (esperemos) tendencia. Para que pueda ir correctamente a juego con tu look y tenga su parte justa de protagonismo, mejor mantenerla siempre impecable y en buen estado.