Grupo Bimbo, la panificadora mexicana más grande del mundo, trabaja desde hace varias décadas en la innovación y la mejora nutrimental de sus productos, así como en fomentar dietas sostenibles a través de las iniciativas contenidas en la estrategia Alimentamos un mundo mejor. Con más de 75 años de historia, la empresa alimentaria con gran tradición en los hogares mexicanos ha evolucionado conforme cada época, para adaptarse al estilo de vida de sus consumidores y brindarles opciones alimenticias saludables, variadas y accesibles, desarrolladas también de acuerdo con sus gustos y preferencias. Además, trabajan en promover una agricultura regenerativa para sus ingredientes clave: el maíz y el trigo.
La cultura alimentaria de México tiene un origen prehispánico, que posteriormente vivió un proceso de mestizaje y se convirtió en una de las cocinas más ricas y diversas del planeta, hasta ser considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Uno de los elementos adquiridos en dicha fusión gastronómica fue el trigo, que desde la llegada de los españoles fue cultivado para producir pan y se convirtió en parte de la vida cotidiana de los mexicanos en múltiples presentaciones, una de ellas es la que Grupo Bimbo comenzó a ofrecer en 1945.
Según el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), “el trigo es uno de los cultivos más importantes para la seguridad alimentaria global” al aportar una alta concentración de carbohidratos que nos brindan energía, pudiéndolo encontrar en alimentos como pan, tortillas, pastas y galletas.