Hasta ahora pensaban que las tortugas gigantes estaban extintas, pero todo cambió esta semana cuando dieron a conocer que encontraron a una tortuga gigante albina viviendo en la isla Fernandina en Galápagos.

Los científicos descubrieron que era hembra así que llamaron a la tortuga “Fernanda” en honor a la isla en la que fue descubierta y procedieron a estudiarla para ver cuál era su proceder específico.

Además, descubrieron que Fernanda era muy diferente a la última tortuga gigante de Galápagos encontrada en 1906, conservada en una colección de la Academia de Ciencias de California.

Algunas de las tortugas de las Galápagos tienen la parte superior abombada, llamada caparazón, que es familiar a un cuenco invertido. Pero otras, como lo es Fernanda, tienen un caparazón con forma de silla de montar y su cuello se estira plenamente hacia arriba.

Calculan que Fernanda tiene más de 50 años. Parece ser que ha sobrevivido a las erupciones volcánicas y a la reducción de su hábitat frente a los flujos de lava. Y tanto si es la última de su especie como si es la primera, la tortuga da esperanza de que existan todavía más de ellas.