Las categorías de huracanes comenzaron en 1969 cuando el Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos decidió diseñar la categoría de huracanes para poder decir que tan peligroso serían al tocar la tierra.

A las categorías de los huracanes se les clasifica con la escala Saffir-Simpson, la cual se compone de cinco categorías, las cuales están conformadas de la siguiente manera:

Categoría 1:
Velocidad del viento: 119–153 kilómetros por hora

Oleaje: 1.2 a 1.5 metros

Sin daños en estructuras de edificios

Daños en arbustos y árboles

Inundaciones en zonas costeras

Daños de poco alcance en puertos

Categoría 2:
Velocidad del viento: 154–177 kilómetros por hora

Oleaje: 1.8 a 2.4 metros

Sin daños en estructuras de edificios

Daños en tejados, ventanas y vegetación

Inundaciones en puertos

Categoría 3:
Velocidad del viento: 178–209 kilómetros por hora

Oleaje: 2.7 a 3.7 metros

Edificios pequeños con daños

Posibilidad de inundaciones tierra adentro

Categoría 4:
Velocidad del viento: 210–249 kilómetros por hora

Oleaje: 4.0 a 5.5 metros

Daños en estructuras

Desplome de tejados

Inundaciones tierra adentro

Categoría 5:
Velocidad del viento: Mayor a 250 kilómetros por hora

Oleaje: Mayor a 5.5 metros

Inundaciones en plantas bajas de edificios

Requiere evacuar a la población