¿No sabes qué decisión tomar? ¿Te encuentras perdido con varias opciones que escoger? Entonces es importante que hagas algo que no has tenido en cuenta: escúchate. Estamos constantemente rodeados de ruido. Los coches, la televisión, la música, la gente en la ciudad… Todo esto hace que, de alguna manera, huyamos del silencio.

Es algo que no podemos evitar. Sin embargo, todo esto nos ha afectado hasta el punto de no brindarnos un espacio de tiempo para escucharnos, para estar con nosotros mismos en silencio. Puede que al principio nos resulte difícil y nos pongamos incluso nerviosos intentando practicar mindfulness o la meditación para poder llegar a esto.

No obstante, la constancia y superar esta primera barrera valdrán la pena.

Deja de huir de ti y escúchate

Escúchate no solo para tomar la decisión correcta en el momento adecuado, sino también para resolver todos aquellos problemas que puedes estar experimentando.

Pensar demasiado las cosas, poner sobre la mesa sus pros y sus contras es algo a lo que le hemos dado mucho más peso que al mero hecho de seguir nuestro instinto.

Sin embargo, para poder dejarnos llevar por nuestra intuición, esa que nunca falla y que siempre nos lleva a tomar las mejores decisiones, es necesario escucharnos a nosotros mismos.

¿Por qué huimos de esto? La respuesta se encuentra en que nadie nos ha enseñado a hacerlo, ya que siempre nos hemos centrado más en el exterior que en nuestro interior.

Además, a esto hay que sumarle la impaciencia y el miedo. El temor a que las horas pasen sin sentido mientras nos dedicamos un tiempo a nosotros, algo que consideramos un desperdicio.

Pero, sobre todo, el miedo a poder encontrar partes que no nos gustan y tener que observarlas.

Los beneficios que tiene escucharse a uno mismo

Escúchate, pero no solo para tomar buenas decisiones, sino también para beneficiarte de todo lo que esto puede aportarte. Los dos beneficios de los que a continuación te hablaremos tienen mucha importancia para tomar las mejores decisiones y dudar lo menos posible al hacerlo.

1. Escúchate: te conocerás mucho mejor

Si quieres tomar buenas o mejores decisiones sin dudar, es importante que sepas qué es lo que quieres, qué te motiva y hacia dónde te quieres dirigir.

Pero, ¿cómo hacer esto si no te conoces? Resulta difícil. Por eso, dedicarte tiempo a ti, a escucharte, te ayudará a saber muchas cosas sobre ti mismo.

Es importante que sepas que muchas no te gustarán. Quizás descubras que guardas rencor, que eres muy crítico con los demás… Pero, ¿sabes qué? Saber esto es importante, porque solo así puedes cambiarlo.

No niegues esas partes de ti que no te gustan. Tampoco te asustes y mires para otro lado. Escúchate y te darás cuenta de lo mucho que te vas a enriquecer.

2. Aprendes a priorizarte

Esto es muy necesario, porque tendemos siempre a darle importancia a los demás. Por ello, muchas veces, buscamos su aprobación.

Todo esto puede ser un problema cuando estamos en pleno proceso de toma de decisiones. Y es que, si esperamos a que los demás den su visto bueno, ¡puede que no estemos escogiendo la mejor! Las personas tienen opiniones diferentes y, en sus vidas, habrían optado por caminos muy alejados del nuestro.

Sin embargo, esta es nuestra vida, somos nosotros los capitanes. Si nos dejamos llevar por opiniones ajenas no llegaremos a buen puerto.

Así que si aprendemos a escucharnos, aprenderemos también a priorizarnos en todos los sentidos.

Escúchate porque esto te va a permitir conocerte mejor y así tomar las mejores decisiones.

Muchas veces sentirte perdido en el momento de elegir es una alerta sobre que tienes que mirar un poco en tu interior, bucear en ti.

Cuando seas capaz de escucharte te darás cuenta de que quizás buscabas la aprobación de los demás o de que había una gran inseguridad en ti que te impedía decidir con seguridad.

Hay muchas cosas que pueden estar influyendo en tus tomas de decisiones. Escúchate, conócete, descúbrete y ¡vamos allá!