En ocasiones cometemos el error de pensar que el alcoholismo es una realidad muy alejada de nuestros hijos y por la que no debemos preocuparnos. Consideramos que es una problemática propia de hombres mayores, de bajo nivel socioeconómico o con familias desestructuradas. Sin embargo, todos somos susceptibles de caer en esta adicción y los jóvenes presentan un riesgo aumentado. Por esto queremos contarte cómo prevenir el alcoholismo en tus hijos adolescentes.

Las cifras al respecto son alarmantes, pues más del 76 % de los adolescentes han consumido alcohol en algún momento y cerca del 28 % se han emborrachado en el último mes. El acceso a bebidas alcohólicas por parte de los menores sigue siendo relativamente fácil y el consumo cada vez se inicia a edades más tempranas.

¿Cómo prevenir el alcoholismo en tus hijos adolescentes?

Cuando hablamos de prevención del alcoholismo en jóvenes solemos pensar que es suficiente con prohibir, recalcar lo perjudicial del consumo y regañar o castigar al adolescente si lo descubrimos bebiendo. Sin embargo, si queremos que nuestra labor surta efecto, debemos abordarla como una tarea más profunda y que aporte significado.

Potencia el pensamiento crítico

Este es un aspecto en el que debemos trabajar desde la infancia, para que al llegar la adolescencia esté bien asentado y ayude al joven a tomar buenas decisiones. El pensamiento crítico es la capacidad para desarrollar una opinión propia respecto a diferentes situaciones, analizando todos los prismas y sin dejarse llevar por las apariencias o la corriente mayoritaria.

Es fundamental que tu hijo tenga bien desarrollada esta capacidad para poder optar por la abstinencia, incluso en una época y en un entorno en el que el consumo de alcohol está normalizado y es glorificado por sus iguales.

Para desarrollar el pensamiento crítico adopta la costumbre de conversar con tus hijos sobre diversos temas (noticias, series, películas, libros) y poner en común vuestras opiniones. Anímale a analizar, razonar y extraer conclusiones y premia este proceso.

Dale importancia a su voz. De este modo crecerá siendo fiel a sus propios valores. Esto es mucho más potente que la simple obediencia.

Refuerza la autoestima y la asertividad

Para hacer frente a la mencionada presión social, el adolescente debe estar armado con una sólida autoestima. En una etapa en la que la aprobación externa es tan crucial y encajar en el grupo el mayor objetivo, se requiere valentía para decir “no”.

Por esto es importante que tu hijo tenga confianza en sí mismo y recuerde que su valor como persona no depende de agradar a otros. También es positivo que cuente con unas buenas habilidades sociales. De este modo, no necesitará del alcohol para desinhibirse.

Pero además, es conveniente que hayáis trabajo la asertividad con anterioridad. Esta habilidad le permitirá expresar sus puntos de vista, deseos y preferencias sin miedo y hacerlos respetar. Algo fundamental para afrontar las constantes invitaciones a beber que recibirá.

Trabaja la educación emocional

En muchas ocasiones, los adolescentes encuentran en el alcohol una vía de escape para lidiar con emociones intensas y dolorosas que no saben cómo gestionar. Por esto, si cuentan con otras herramientas más apropiadas, no tendrán que hacerlo.

La educación emocional se trabaja desde la infancia, enseñando a los niños a identificar lo que sienten en cada momento, a expresarlo apropiadamente y a canalizarlo mediante ejercicios como la respiración, el deporte o una conversación sincera. Sin embargo, si sientes que durante la infancia de tus hijos no pusiste suficiente énfasis en este aspecto, nunca es tarde para empezar.

Cuida el entorno y las alternativas de ocio

Las amistades de los adolescentes tienen un gran efecto en sus decisiones y en su forma de vida. Por esto es necesario procurar que el joven cuente con relaciones de amistad sanas, enriquecedoras y alineadas con unos mismos valores positivos.

No siempre podemos controlar con quién pasa el tiempo nuestro hijo, pero sí podemos tomar algunas medidas. Por ejemplo, al invitarlos a reunirse en casa tendremos la oportunidad de conocer a sus amigos y les daremos un espacio seguro en el que compartir.

También resulta muy positivo ofrecer alternativas de ocio saludables, para que ir a beber no sea el único plan que venga a su mente. Así, proponle a tu hijo actividades divertidas y diversas para realizar en familia o con sus amistades, o anímale a apuntarse a grupos con los que comparta una afición; ya sea el deporte, la música o la naturaleza.

Comunica los riesgos y las consecuencias

Este es un paso fundamental para prevenir el alcoholismo en tus hijos adolescentes: hablar con ellos acerca de los riesgos y las consecuencias. Más que sentarte a darles una charla un día concreto, aprovecha las oportunidades que se presentan en lo cotidiano o los momentos en que ellos muestren interés por hablar del tema.

Explícales que beber a una edad tan temprana puede causar daños cerebrales importantes, afectar al crecimiento, aumentar el riesgo de trastornos mentales y hacerles vulnerables a peligros como el contagio de enfermedades de transmisión sexual (ETS) o accidentes. Además, se exponen a un mayor riesgo de desarrollar adicción al alcohol.

Ahora bien, para que estos mensajes penetren es importante que tomen consciencia de que ellos sí son vulnerables a sufrir estas consecuencias. Hablar sobre personas cercanas que las han padecido o incluso visionar juntos testimonios de jóvenes alcohólicos en internet puede ayudar a hacer más palpable esta realidad.

Da ejemplo y sé coherente

Este es, en muchos casos, el paso más complicado. Sabemos que el consumo de alcohol está normalizado y que es el centro de todas nuestras fiestas y reuniones sociales.

Los niños y los adolescentes crecen viendo a sus padres, tíos y abuelos consumir alcohol. Sin embargo, reciben el mensaje de que ellos no pueden hacerlo.

Los daños son mucho mayores si se bebe durante la adolescencia, pero es importante que los adultos cercanos (en especial los padres) den ejemplo. Si no evitando beber delante de sus hijos, al menos haciéndolo con moderación y mesura.

Prevenir el alcoholismo en tus hijos adolescentes forma parte de un estilo de crianza

La mayoría de las pautas no están específicamente centradas en el alcohol, sino en unas reglas fundamentales de crianza. Y es que el alcoholismo es, en gran medida, el reflejo de una falta de recursos personales que puede paliarse desde casa.

Ante todo, la prevención del consumo de alcohol ha de encuadrarse en un estilo educativo basado en la comunicación y los límites. Conversar frecuentemente con tus hijos es una excelente manera de generar confianza y convertirte en un referente para ellos. Y las normas (aunque en ocasiones se rebelen contra ellas) les aportan estabilidad y seguridad.