¿Cada vez que tu médico te dice que tienes que hacerte un análisis de sangre te pones a temblar? El miedo a las agujas e inyecciones es bastante común y, aunque creas que no lo vas a poder superar nunca, esto no es así.

Tienes un montón de recursos a tu disposición para que este temor deje de limitarte y esto es de lo que vamos a hablar. ¿Sigues leyendo?

1 de cada 4 adultos tiene miedo a las agujas

Desde los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) aseguran que 1 de cada 4 adultos tiene mucho miedo a las agujas. Si te ocurre a ti lo mismo, te puedes dar cuenta de que no es nada raro, aunque sí es importante determinar de dónde surgió. ¿Realmente te pasó algo que te haga temer que te pongan una inyección? ¿O es algo irracional?

Esto es el punto de partida en cualquier proceso de terapia para superar el miedo a las agujas e inyecciones. A veces, con tan solo analizar esto, el temor puede desaparecer. Te das cuenta de que no hay nada que le dé sentido.

Pero puede ocurrir que sí hayas tenido una experiencia negativa. El temor a que vuelva a sucederte, entonces, alimenta ese miedo.

¿Qué síntomas aparecen con el miedo a las agujas?

El primer síntoma que aparece si tienes miedo a las agujas o inyecciones es una respuesta de huida. Sueles no asistir a esas extracciones de sangre que tu médico te pide para revisar tus marcadores, postergas citas para inyecciones que te debes poner, entre otras actitudes que intentas esquivar a toda costa.

Otros síntomas que aparecen con el miedo a las agujas son los siguientes:

Nerviosismo.
Aumento del ritmo cardíaco.
Respiración acelerada.
Sudoración justo antes de entrar en la consulta para la inyección o extracción de sangre.

Todo esto hace que esa respuesta de huida de la que te hablábamos antes sea todavía más intensa. En los casos más graves puede pasar que disminuya la tensión arterial, te pongas pálido y llegues a desmayarte.

La ansiedad o el pánico pueden generar este tipo de reacciones que te hagan perder el control por completo. No debes avergonzarte por ello. Recuerda que 1 de cada 4 adultos tienen miedo a las agujas.

¿Cómo superar este tipo de miedo?
Existen varias maneras de superar el miedo a las agujas o a las inyecciones. No todas tienen que funcionar para ti. A cada persona les ayuda algo distinto.

Por lo tanto, nuestro consejo es que si te encuentras en esta situación, tengas muy presente la primera de las recomendaciones. Quizás, la más importante.

Acude a terapia psicológica
La terapia psicológica es fundamental, siempre que exista un miedo o un problema que impida llevar una vida normal. Por lo tanto, conviene encontrar al terapeuta adecuado.

La terapia cognitivo-conductual es una de las más eficaces. Aunque existen muchos otros tipos de terapia psicológica que pueden funcionar para ti.

Infórmate sobre el procedimiento
Otro consejo válido para superar el miedo a las agujas o a las inyecciones es que te informes sobre el procedimiento. Muchas veces, los temores aparecen por desconocimiento. En cuanto te informas, estos desaparecen.

No dudes en preguntarle al médico todas las dudas que te puedan surgir. Ten cuidado al recurrir a internet; mucha información puede ser catalogada como fake news.

Practica ejercicios de relajación
Meditar, aprender a respirar, realizar yoga… Estas actividades te pueden dar recursos muy útiles para ese día en el que te tengan que sacar sangre o poner una inyección. Verás cómo lo llevas mucho mejor y eres capaz de superar tu miedo.

No postergues una cita
Nuestro último consejo es que nunca postergues una cita. Hacerlo incrementará tu miedo a las agujas o a las inyecciones. Y es que al final, ¡no te quedará otra que afrontarlo!

Por lo tanto, no pienses demasiado en ese momento. En su lugar, medita en todos los consejos anteriores y acude a tu cita como si te movieses en piloto automático.

Una situación traumática vivida de pequeño, un miedo irracional, unas creencias limitantes… Las razones por las que el miedo a las agujas e inyecciones te paraliza tienen sus motivos. Tan solo hay que ponerlos sobre la mesa para gestionarlos. Busca ayuda profesional y no dejes que los miedos continúen siendo quienes dirijan tu vida.