Una cosa es tener algún que otro mal sueño beneficioso y otra completamente tener pesadillas crónicas.

“Con las pesadillas, el proceso parece estar estancado”, dice Davis. “Tu cerebro puede tener la intención de procesar este evento emotivo, pero se atasca porque te despiertas en medio de él, por lo que no lo ves del todo”.

“Una vez que tienes pesadillas durante un largo período de tiempo, se vuelven como hábitos”, dice Davis, quien cita que algunos de los pacientes que atiende han vivido con pesadillas crónicas durante décadas antes de buscar ayuda.

“Te preocupas por tener una pesadilla, tal vez evites dormir o trates de dormir lo más rápido posible, así que te automedicas para pasar la noche”.

Como psicóloga clínica, Davis trata a los sobrevivientes de traumas, que pueden incluir veteranos, personal de servicio activo, niños o personas con afecciones como trastorno bipolar. Y para ello usa la terapia de exposición, relajación y rescripción (ERRT, por sus siglas en inglés).

En la ERRT, el paciente escribe su pesadilla exactamente como la recuerda (exposición, que funciona particularmente bien con personas que tienen ansiedad, dice Davis) o escribe su pesadilla con un nuevo final (rescripción).

Con la rescripción, el paciente no necesariamente comienza a incorporar el nuevo final en su sueño, sino que “lo que tiende a suceder es que simplemente no tienen la pesadilla o todavía la tienen pero no es tan poderosa ni tan confusa: simplemente disminuye en frecuencia y desaparece”.

“Es casi como si al resolver el problema durante el día se resuelve la necesidad de revivirlo una y otra vez por la noche “, dice.

“Arreglar las pesadillas”

Davis entiende que la importancia de tratar las pesadillas es algo más que un síntoma de un problema más amplio. “Hace apenas unas décadas, nuestro campo veía las pesadillas como un síntoma de trastorno de estrés postraumático”, dice.

“Pero ha habido un cambio de paradigma para pensar en las pesadillas como el sello distintivo de muchos de los problemas. Si arreglas las pesadillas primero, puedes arreglar las otras cosas que están sucediendo, como la depresión y el abuso de sustancias”.

Davis dice que es importante considerar las pesadillas como un indicador temprano de problemas futuros. Los sueños emocionales a veces ocurren en la noche después de un evento significativo y a veces de cinco a siete días después.

Penny Lewis, profesora de psicología en la Universidad de Cardiff, Gales, y sus colegas proponen que almacenamos los recuerdos cotidianos inmediatamente después de que suceden, pero que cuando se trata de cosas de importancia personal y profunda surgen más tarde en el sueño.

Enseñar a las personas que sufren pesadillas crónicas a controlarlas mediante el sueño lúcido también parece reducir su frecuencia.

Este tipo de tratamiento se llama terapia de ensayo de imágenes (IRT, por sus siglas en inglés) y ha tenido éxito en grupos pequeños, aunque los investigadores de este estudio en particular no tienen claro exactamente cómo funciona, y estos estudios, además, a menudo no son naturales.

En todos los casos, estos tratamientos se enfocan en encontrar formas de asegurarse de que los pacientes duerman toda la noche sin despertarse, dando a sus cerebros el descanso que necesitan para mejorar su función cognitiva.