La rozadura es una escoriación en la piel de los bebés, sobre el área genital, perianal o en nalgas, principalmente por no cambiar el pañal por periodos prolongados.

Esta alteración causa que la piel se torne roja, aunque a veces se cubre de ronchas pequeñas las cuales son dolorosas.

Lo primero que se debe hacer al notar la rozadura es limpiar la zona afectada, lavando con agua o cuando menos con una tela limpia y húmeda, secar muy bien el área con ligeros toquecitos, sin frotar, e inmediatamente después aplicar una pasta o ungüento curativo que sea recetado por un médico, por lo general con óxido de zinc para aliviar la piel y protegerla de la humedad.

Durante el periodo de curación no es recomendable usar jabón, soluciones antisépticas, toallitas perfumadas o talco, ya que estos pudieran empeorar el problema.

Se recomienda vestir al bebé con ropa limpia todos los días y cada vez que sea necesario. El pañal debe cambiarse cada vez que esté mojado o sucio.

Si el bebé presenta síntomas de dermatitis, se debe acudir a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) de adscripción para que lo revise su médico e indique el tratamiento adecuado, ya que si las lesiones se mantienen, pueden ulcerarse y provocar sangrado.