A medida que pasa el tiempo, el uso de materiales reciclados aplicados a la decoración e interiorismo es cada vez mayor. Gracias a estas ideas de reciclaje podemos ahorrar dinero y personalizar nuestra casa. Por ello, te proponemos hacer cortinas con materiales reciclados.
Estas cortinas son laboriosas y requieren un poco de paciencia. No obstante, el resultado es espectacular y siempre muy vistoso y colorido. ¿Te animas a fabricar tus propias cortinas con materiales reciclados?
Reciclaje e imaginación sin límites
Para muchas personas puede resultar extraño o chocante reutilizar objetos y darles otro uso. De hecho la esencia de reciclar materiales es convertir algo considerado como basura y darle una nueva vida. El reciclaje no está reñido con el buen gusto ni con la elegancia, todo depende de nuestra imaginación.
El arte del reciclaje puede convertir algo anodino e insustancial en una pieza única y de gran valor y utilidad. No subestimemos nuestras posibilidades y recursos. Con un poco de tiempo libre y ganas, los resultados no dejarán indiferentes a vuestros invitados. En este caso vamos a ver cómo elaborar una cortina con materiales reciclados.
Cortinas con materiales reciclados
Todo lo que cuesta esfuerzo se valora más. Hacer este tipo de manualidades, al margen de nuestra destreza o conocimientos, puede convertir una sencilla cortina en un objeto al que tenerle cariño.
No obstante, es importante saber elegir el material con el que vamos a trabajar. Las opciones para crear nuestra cortina ideal pueden ser infinitas, ya que esa es la magia del reciclaje.
La elección de los materiales siempre viene supeditada al espacio donde van a ser útiles y a criterios de funcionalidad y viabilidad. Por ejemplo, si tenemos hijos pequeños no deberíamos hacer una cortina que estuviesen a su alcance y fuesen de materiales que se puedan romper con facilidad.
El bambú
Para empezar, fabricar nuestra propia cortina con cañas de bambú puede ser una idea muy elegante y sofisticada. El bambú para los occidentales tiene un aire exótico e, incluso, tropical.
Solo debemos tener en cuenta que este tipo de cortinas producen un peculiar sonido cuando las movemos y choca el bambú. Para unos sonará como poesía para otros quizá no tanto y pueda ponerlos nerviosos.
Una cortina hecha con bambú reciclado puede tener un uso diferente al de una cortina común. Sirve más bien como separador de ambientes y no tanto para dar privacidad a un espacio ni para protegerlo de la luz del sol.
Algo más complicado y laborioso es hacer una persiana enrrollable de bambú. Es una variante muy buena para considerar pero que requiere un proceso más complicado.
Tapones de botellas
Si queremos darle un aire divertido y desenfadado a nuestra casa o patio, una cortina hecha con tapones o tapas de botellas de plástico es vuestra mejor solución. Esta opción aporta su granito de arena en la preservación del medio ambiente y nos conciencia en la importancia de reciclar los envases de plástico.
La pequeña dificultad de fabricar una cortina con tapones es conseguirlos. Dado que se necesitan cientos de tapones, vamos a tener que organizar a nuestros amigos para que nos los guarden.
Además, es bueno saber los colores que vamos a elegir. De este modo podremos ir reuniendo las tapas de las bebidas que necesitemos y así no se convierta en una mezcla sin sentido.
Cápsulas de café
Para las familias que consumen el café en cápsulas, aquí tienen una simpática idea para reciclar todos esos pequeños envases descartables. Con hilo de nailon y un buen pegamento se pueden construir las tiras de una pequeña cortina que separe, por ejemplo, la cocina del salón.
Si conseguimos con paciencia reunir todas las cápsulas que necesitamos, podemos crear alguna forma o dibujo con los diferentes colores de estos envases. Seguro que va a ser un buen tema de conversación con vuestros invitados y más de uno lo acabará copiando.
Más ideas para una cortina con materiales reciclados
Por último, si queremos personalizar aún más nuestra casa podemos emplear materiales que tengan alguna relación directa con nosotros o con nuestros oficios. Hay cortinas hechas con botones, con los corchos de las botellas de vino, con chapas de refrescos, con diapositivas o radiografías, con CDs, con retales de telas o, incluso, con cuerdas.
Cualquier material reciclado, que no sea tóxico y esté en buenas condiciones, puede servir para crear una cortina encantadora y única que no vais a poder comprar en ningún lugar. ¿Os atrevéis?