Durante las fiestas decembrinas, en el llamado maratón Guadalupe-Reyes, el alcohol es un elemento que siempre está presente, pero el exceso puede provocar la conocida “cruda” o resaca, momento en el que decimos “no lo vuelvo hacer”, sin embargo, la ciencia tiene la respuesta para evitarla y “curarla” no sólo en Navidad y Año Nuevo, sino en cualquier momento del año.
¿Qué es la “cruda” o resaca?
La “cruda” o resaca se refiere a un conjunto de síntomas que ocurren como consecuencia de beber demasiado alcohol. Los síntomas característicos incluyen cansancio, debilidad, sed, dolor de cabeza, dolor muscular, náusea, dolor de estómago, vértigo, sensibilidad a la luz y al ruido, ansiedad, irritabilidad, sudor y presión arterial alta. La resaca puede variar según la persona.
De acuerdo con la National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism, la “cruda” también es ocasionada por otros componentes de las bebidas alcohólicas que pueden contribuir a los síntomas de la o empeorarla.
Los congéneres son compuestos, más allá del alcohol etílico, que se generan durante la fermentación. Estas sustancias contribuyen al olor y al sabor de las bebidas alcohólicas. Las bebidas alcohólicas de color oscuro, como el whisky americano (bourbon), que tienden a poseer niveles más altos de congéneres que las bebidas alcohólicas claras, pueden empeorar los síntomas de resaca en algunas personas.
Los sulfitos son compuestos que se agregan al vino como conservantes. Las personas sensibles a los sulfitos pueden sentir dolor de cabeza tras beber vino.
¿Qué hacer cuando se tiene “cruda” o resaca?
Ciertas medidas, como jugos de fruta o miel, se han recomendado para tratar una resaca. Sin embargo, hay muy poca evidencia científica que demuestre que dichas medidas sirvan. La recuperación de una resaca por lo regular simplemente es cuestión de tiempo. La mayoría de las resacas desaparecen al cabo de 24 horas.
Las soluciones electrolíticas (como bebidas para deportistas) y un consomé son buenos para reponer las sales y el potasio que se pierden por el consumo de alcohol.
Descansar lo suficiente. Incluso si te sientes bien a la mañana siguiente después del consumo de una abundante cantidad de alcohol, los efectos duraderos de este disminuirán su capacidad para desempeñarse en forma óptima.
Evitar tomar cualquier medicamento para la resaca que contenga paracetamol (como Tylenol), dado que puede causar daño hepático cuando se combina con alcohol.
¿Cómo prevenir una “cruda” o resaca?
Beber lentamente y con el estómago lleno. Si eres es una persona pequeña, los efectos del consumo de alcohol son mayores, que en una persona de complexión más grande.
Beber con moderación
Tomar un vaso de agua entre los tragos que contengan alcohol. Esto ayudará a consumir menos alcohol y disminuirá la deshidratación a raíz del consumo de esta sustancia.
¿Qué factores causan los síntomas de la resaca?
Deshidratación leve: el alcohol inhibe la liberación de vasopresina, una hormona producida por el cerebro que envía señales a los riñones para que retengan líquidos. Como consecuencia, el alcohol aumenta la frecuencia para orinar y la pérdida excesiva de líquidos. La deshidratación leve resultante probablemente contribuye a los síntomas de resaca como sed, cansancio y dolor de cabeza.
Interrupción del sueño: las personas pueden dormirse más rápido después de beber alcohol, pero su sueño está fragmentado y tienden a despertarse más temprano. Esto causa cansancio, así como la pérdida de productividad.
Irritación gastrointestinal: el alcohol irrita directamente el revestimiento del estómago y aumenta la liberación de ácido, lo que puede provocar náusea y malestar estomacal.
Inflamación: el alcohol aumenta la inflamación en el cuerpo. La inflamación contribuye al malestar general que las personas sienten cuando están enfermas, así que también puede contribuir a los síntomas de la resaca.
Exposición al acetaldehído: el metabolismo del alcohol, principalmente por el hígado, genera el compuesto acetaldehído, un subproducto tóxico y de corta duración que contribuye a la inflamación del hígado, páncreas, cerebro, tracto gastrointestinal y otros órganos.
Miniabstinencia: al beber, las personas se pueden sentir más tranquilas, más relajadas e incluso eufóricas, pero el cerebro se adapta rápidamente a esos efectos positivos ya que trata de mantener un equilibrio. Como consecuencia, cuando desaparece el mareo, las personas pueden sentirse más inquietas y ansiosas que antes de beber.
Mitos y verdades sobre la resaca, también llamada “cruda”
Mito: Beber café o bañarse ayuda a curar la “cruda”.
Realidad: La única manera de evitar una resaca por completo es no beber alcohol o consumir una cantidad mínima. No existe ninguna cura para la resaca, solo el tiempo.
Mito: Tomar cerveza antes del vino ayuda a evitar la resaca.
Realidad: En general, cuanto más alcohol bebe una persona, peor será la resaca. Esto ocurre independientemente de si la persona bebe cerveza, vino, bebidas alcohólicas destiladas o una combinación de estos.
Mito: La cruda se cura tomando más alcohol en la mañana
Realidad: Aunque esto podría minimizar algunos síntomas temporalmente, puede contribuir y prolongar el malestar general y otros síntomas de la resaca.