Tanto niños como adultos pueden sufrir un traumatismo dental, aunque la infancia y la adolescencia son los momentos más frecuentes en los que ocurren. Cuando los niños aprenden a caminar, durante los juegos y con la práctica de deportes suelen suceder este tipo de accidentes.
En un traumatismo dental se genera alrededor del mismo un momento de nervios y desesperación; no solo en quien lo sufre, sino también en quienes acompañan. Pero es vital saber qué hacer con rapidez para controlar la situación y mejorar el pronóstico del diente afectado.
Sigue leyendo porque en este artículo te aclaramos cómo debes actuar y qué tienes que hacer si tú o alguien de tu familia se golpea la boca.
¿Qué es un traumatismo dental?
Un traumatismo dental es la lesión que se produce en una pieza dentaria, en el hueso y en los demás tejidos de sostén debido a la acción de un golpe o impacto físico en la zona. Esto afecta la estética de la sonrisa, pero además las capacidades de masticación y fonación de la persona.
Son frecuentes durante la niñez y la adolescencia, como consecuencia de las caídas con los primeros pasos del niño, cuando aprende a desplazarse en bipedestación y aún no tiene suficiente equilibrio. También por golpes durante juegos o con la práctica de algunos deportes. Los dientes más afectados suelen ser los incisivos superiores, por ser los más expuestos.
Las manifestaciones de los traumatismos en la boca son diferentes y de distinta severidad. Pueden presentarse con fracturas de las piezas dentarias, movilidad de las mismas, que el diente termine ubicado en una posición anormal o que salga expulsado fuera de la boca.
Además, puede haber lesiones de los tejidos blandos de la cavidad bucal, como cortes de labios, lengua y mejillas, que se acompañan con mucho sangrado e inflamación. Los casos más graves pueden comprometer a los huesos que sostienen los dientes. Por esto es necesario que el odontólogo haga un diagnóstico inmediato de toda la situación.
Pueden afectarse tanto los elementos dentarios temporales como los definitivos, y de esto dependerá el tratamiento posterior. De todos modos, si el traumatismo dental involucra a un diente de leche, no hay que despreocuparse. Pues debajo de su raíz se está formando un diente permanente que necesita seguir creciendo sano.
Consecuencias de un traumatismo dental
Como ya mencionamos, un traumatismo dental se puede manifestar de diferentes maneras según los tejidos que se comprometan. Así pueden suceder algunas de estas situaciones:
Fractura del esmalte o de la dentina: el diente se rompe, pero no hay pérdida de la estructura dental.
Movilidad dentaria: hay daño en los tejidos que sostienen el diente y este se mueve dentro de su alveolo.
Fractura de la corona del diente: se rompe y pierde un segmento de la corona. Puede haber compromiso de la pulpa.
Alteración de la posición normal del diente: el diente puede moverse hacia algún costado (luxación dental), hacia adentro del hueso (intrusión dental) o hacia fuera (extrusión dentaria).
Fractura de la raíz dental: la lesión de la pieza dentaria se extiende por debajo de la línea de la encía.
Expulsión del diente fuera de la boca: avulsión dentaria.
Heridas de tejidos blandos.
Todas estas lesiones afectan la integridad de los dientes y los tejidos que los rodean. Y esto altera el aspecto de la boca y la manera de hablar y comer.
¿Los traumatismos dentales difieren entre niños y adultos?
Ya hemos mencionado que las conductas a tomar y las terapéuticas luego de un traumatismo dental difieren si la pieza involucrada es temporaria o permanente. Además, la edad del paciente es algo importante a considerar.
En los niños las causas más frecuentes son los juegos, los deportes y la falta de equilibrio al comenzar a caminar. También están asociados al maltrato infantil. En adultos, en cambio, suelen vincularse a accidentes de tránsito, deportes y caídas.
Cuando un diente de leche es el afectado, se debe evaluar la situación y cuánto tiempo le queda en la boca a esa pieza dentaria, para ver si vale la pena conservarla o no. A veces es conveniente sacarla porque ya está por erupcionar el diente definitivo.
Cuando la lesión es pequeña se puede arreglar con empastes estéticos. Pero en algunas ocasiones los tratamientos son más complejos. Cuando falta mucho para que salga el diente permanente y es necesario sacar el de leche o la pieza ha sido expulsada en el golpe, hay que conservar el lugar que esta ocupaba con un mantenedor de espacio.
En los casos que el elemento dentario temporario salga expulsado fuera de la boca, no se debe reimplantar. Pues en el proceso se puede dañar el diente permanente que se está formando en el interior del hueso.
Si en cambio el traumatismo dental se produce en una pieza definitiva, conservarla en la boca es el objetivo principal. Tanto en pacientes chicos como grandes, si el diente sale fuera de la boca y es posible, hay que reimplantar.
Si el accidente en un permanente ocurre en un paciente niño hay que evaluar si el daño lesionó la pulpa de una pieza que aún no ha completado su desarrollo radicular. En esos casos se requiere una terapéutica especial que ayude a cerrar los ápices de las raíces.
Si en cambio el golpe lesiona un diente permanente en un adulto, las raíces ya están formadas. Al haber daño en la pulpa se hace un tratamiento de conducto y si hay movilidad se trata de estabilizar la pieza por un tiempo para que permanezca en la boca.
Consejos para actuar en caso de traumatismo dental
Cuando sucede un traumatismo dental es importante saber qué hacer y actuar con rapidez. Pues de los minutos inmediatos al golpe puede depender la permanencia de la pieza dentaria en la boca y el pronóstico de la situación.
Es por eso que a continuación te contamos cómo proceder en caso de un accidente que afecte a la cavidad bucal.
Mantener la calma
El momento de un golpe en la boca significa, tanto para quien lo sufre como para las personas cercanas, un episodio de tensión y malestar. Suele haber dolor, sangre y llantos que generan una situación de ansiedad y nerviosismo.
Intentar mantener la calma y encargarse ayuda a tomar las decisiones correctas y necesarias. No se puede actuar ansiosos, desesperados o gritando; la tranquilidad será de gran ayuda.
Si quien ha sufrido el accidente es un niño, no hay que demostrarle nerviosismo y mucho menos regañarlo por el golpe. Ayudarlo a sentirse más sereno es parte de buscar su bienestar.
Limpiar la herida y detener el sangrado
Los tejidos blandos de la boca están muy vascularizados y por eso los cortes suelen producir un sangrado abundante. La herida debe ser lavada cuidadosamente con agua limpia para poder observar con detenimiento el daño producido.
Es importante ejercer presión con una gasa o paño limpio sobre los cortes para detener el sangrado. Además, como mencionamos, hay que evaluar el daño producido prestando atención a si falta un trozo de diente, si se ha salido una pieza dentaria o se mueve, o está un sitio incorrecto y no se puede morder. En estos casos es necesario ir con urgencia al odontólogo, antes de la primera hora de producido el golpe.
Buscar la pieza dentaria perdida
Si el golpe provocó la expulsión del diente o un fragmento del mismo fuera de la boca lo ideal es buscarlo. Al encontrarlo se debe cuidar de no tocar la parte de la raíz y lavarlo unos segundos bajo el agua limpia sin frotarlo.
Luego hay que colocarlo en un vaso con agua destilada o leche tibia para transportarlo. Si esto no es posible, se puede llevar dentro de la boca, debajo de la lengua, cuidando de no tragarlo.
Nunca se debe reimplantar un diente de leche en la boca, pues se puede dañar el germen del permamente que se está desarrollando en el hueso. Si hay seguridad de que se trata de un diente definitivo se intenta reubicar la pieza y se muerde una gasa para mantenerla en el lugar. Aunque la mejor idea es concurrir de inmediato al dentista, antes de que pase una hora.
Si se ha salido un diente por completo, el dentista podrá reimplantarlo en el alveolo e inmovilizarlo para esperar que se reintegre a la cavidad bucal. Si lo que se ha afectado es un fragmento del diente, el profesional puede intentar unirlo a la pieza afectada utilizando técnicas específicas y materiales estéticos y adhesivos.
Acudir al odontólogo
Ya mencionamos la importancia de acudir al dentista tan pronto como sea posible. Actuar con rapidez mejora el pronóstico de la situación, pues hay procedimientos que solo se pueden hacer en las primeras horas del golpe.
Además, a veces puede parecer que no hay lesiones importantes, pero el profesional detecta trastornos imperceptibles a simple vista. Un examen minucioso y radiografías dentales permitirán evaluar si hay un compromiso de las raíces y huesos. Así, el odontólogo es quien determina la severidad del caso, los tratamientos más adecuados y los controles necesarios.
En los eventos más graves, cuando el golpe genera vómitos, pérdida de conciencia o desorientación, es necesario acudir de inmediato a un hospital.
Otros consejos a tener en cuenta al sufrir un traumatismo dental
Hay otras prácticas que son convenientes para favorecer la recuperación de un traumatismo dental y son las siguientes:
Dieta blanda y fría: comer alimentos que no requieran demasiado esfuerzo masticatorio y a temperaturas frías ayuda a disminuir la inflamación y favorece la recuperación de los tejidos dañados. Yogures, helados, flanes y batidos son buenas opciones.
Mantener la higiene bucal: no hay que dejar de limpiar la boca luego de un traumatismo. El acúmulo de placa bacteriana podría empeorar la situación. El cepillado debe realizarse de manera suave y el dentista podría indicar algún antiséptico especial.
Prestar atención a la zona golpeada: es necesario controlar por un tiempo la zona lesionada; a veces los síntomas aparecen después de unos meses. Hay que controlar la aparición de un granito de pus o inflamación en la encía, el cambio de coloración del diente o que empiece a moverse. En esos casos hay que acudir al odontólogo.
Controles con especialistas: si el paciente lleva ortodoncia se debe realizar un control con el ortodoncista para valorar el estado de los brackets y alambres que pueden haberse desajustado o despegado por el golpe.
Algunos cuidados a considerar
Es difícil evitar un traumatismo dental, pues se trata de accidentes que muchas veces no se pueden prevenir. Y si bien ocurren en cualquier momento y a cualquier edad, en los niños son más frecuentes.
Por eso es conveniente evitar los andadores y retirar muebles bajos cuando los pequeños empiezan a caminar. Evitar juegos violentos, empujones y usar protectores bucales durante los deportes también es buena idea.
Y si llegan a suceder, podrás considerar estos consejos para afrontar la situación con conocimiento y poder actuar con rapidez y tranquilidad.