Los montajes de islas en las cocinas destacan entre las primeras ideas que surgen al planificar la remodelación o la construcción desde cero. Si bien significan un recurso de provecho para las tareas culinarias, también son una instalación definitiva, con posibilidades limitadas de cambiar la distribución luego.
No quiere decir que sean un mal proyecto, sino que antes de elegirla como elemento resaltante, lo mejor es conocer cuáles son sus pros y contras. Conozcamos qué es una isla de cocina y por qué convendría integrarla a este espacio tan importante de tu hogar.
¿De qué se tratan las cocinas con islas?
Una isla de cocina es un mueble que hace las veces de organizador, de mesón y ofrece una superficie de trabajo extensa. Se volvieron populares por la estética y la utilidad, pues hacen que la zona de preparación de alimentos luzca moderna y sea práctica.
Ganan atención en la estancia debido a que aportan personalidad y holgura para que varias personas se reúnan a compartir, mientras llevan a cabo alguna receta. Architectural Digest España cataloga a los islotes de cocina como un componente esencial que se integra en diseños espaciosos, con el propósito de maximizar la utilidad de la estancia y potenciar los aspectos funcional e interactivo en las plantas abiertas.
Por su parte, Clever Architectural Digest sugiere que, al planificarlas, el foco esté en el uso que se le dará. Por ejemplo, si sentarse alrededor no está contemplado, entonces omites los taburetes; si lo que quieres es emplearla como área exclusiva para preparar comidas, amplías el mostrador.
Ventajas de las cocinas con islas
Además de ser un punto de encuentro con familiares o con amigos, las islas brindan un ambiente novedoso. Enseguida veremos otras ventajas:
Adaptabilidad: se acondicionan a cualquier clase de diseño de interiores y las crean en todas las dimensiones. Pueden ser cuadradas o alargadas.
División de ambientes: las cocinas de concepto abierto puntean entre las preferidas, por lo que agregar una isla favorecería la separación de ambientes.
Comodidad: la amplitud y versatilidad de una isla se evidencia cuando varias personas se unen a preparar una receta; también en la practicidad de acomodarse en comidas informales, si hay taburetes que la bordeen.
Optimización del espacio: los gaveteros de una isla contribuyen con el almacenamiento de menaje y de ingredientes. De igual modo, algunos diseños incorporan grifos y el empotramiento de los fogones; en este último caso, las islas están pensadas para añadir campanas extractoras.
Actualización: la modernidad es uno de los factores destacables. Es posible diseñar islas en diversos tamaños, con variedad de materiales y en cualquier color. El proyecto se adapta a los gustos del usuario y a la forma de la cocina e incluye accesorios a la medida, como parte de la personalización.
Fluidez: al disponer de cajones o estantes en sus laderas, es más simple la organización y el desplazamiento por las inmediaciones.
Arquitectos resaltan la conexión de 3 zonas cruciales en la cocina: la nevera, el fregadero y la placa de cocción. En tal entorno debe ubicarse el islote, para moverse con facilidad.
Recomiendan que la distancia entre estas y la isla sea de 1,20 a 3 metros, sin estorbos en el perímetro.
Inconvenientes de las cocinas con islas
Al margen de sus beneficios, contar con una isla en la cocina supone ciertos inconvenientes. Los listamos a continuación:
Precio: no salen baratas. Por el contrario, implican una inversión considerable, sobre todo cuando se planean diseños en tendencia y con amplia funcionalidad.
Requieren conexiones: en el caso de las islas que admiten la incorporación de fregaderos, hay que instalar tomas de agua y desagüe. Y si tendrás electrodomésticos sobre ella, entonces necesitas enchufes.
Son permanentes: las islas no son mesas que puedes mover a cualquier sitio cuando te apetezca. Se trata de una opción perenne. Aunque existen algunos modelos móviles, no son comunes. Por tal motivo, debes pensarlo bien antes de dar luz verde a la obra.
No caben en todas las cocinas: en áreas reducidas son factibles diseños especiales. Sin embargo, los islotes son aconsejables para grandes dimensiones, con el fin de que los espacios adyacentes no queden estrechos. En todo caso, procura dejar un área de libre paso.
¿Qué errores evitar en la instalación de una cocina con isla?
El peor error que conlleva la instalación de una isla es no respetar el tamaño de la sala. Si el área es amplia y quieres compartir en ella, está bien planificar un islote XXL. Pero el concepto cambia si la zona de cocina/comedor es reducida.
Lo apropiado es consultar con un equipo de especialistas en interiorismo y trabajar con base en las mediciones.
Otra equivocación asociada a las islas es no pensarlas como una pieza ornamental. Sí, sobresale la funcionalidad, pero también prevalece el alcance decorativo de este recurso, así que aprovéchalo para contar con una cocina útil y bonita.