Hasta hace unas décadas, las mujeres no debían elegir entre carrera o familia, ya que su ‘destino’ era el de casarse y tener hijos. Sin embargo, las cosas han cambiado mucho y en la actualidad, son muchas las que deben hacerse esa pregunta.
¿Podemos encontrar el equilibrio entre crecer como profesionales y disfrutar de la vida familiar? ¿Es posible no sacrificar una de las dos aristas? ¿Cómo las combinamos? En este artículo te lo contamos.
¿Por qué elegir carrera o familia?
Al parecer, las mujeres ‘no pueden tenerlo todo’ ya que siempre habrá algo que se deje de lado o a lo no se preste suficiente atención. Sin embargo, se trata de saber equilibrar la balanza y priorizar de manera coherente.
Una exitosa mujer de negocios abocada en su carrera no suele tener hijos o, si los tiene, los ve muy poco. Por otro lado, si una esposa abnegada decide quedarse en casa para criar a los niños, los quehaceres domésticos no le permiten trabajar a tiempo completo.
¿Por qué debemos elegir? ¿No puede hacerse todo lo que queramos o deseamos? Al parecer, no en los tiempos actuales. El debate entre la vida familiar y (o) la carrera profesional emerge en tiempos de la conocida ‘liberación femenina’ pero en los últimos años se ha incrementado.
Los estereotipos gobiernan nuestra vida. Se dice que una mujer para ser líder (dígase directora de una empresa o presidente de una nación) ha de mostrarse agresiva y que para ser una ama de casa ‘ejemplar’ tiene que ser sumisa. ¡Y nada más lejos de la realidad!
Las presiones sociales han cambiado bastante, pero siguen siendo similares a las de hace unos años. En décadas pasadas, se exigía a una mujer que se casase y tuviese hijos.
En la actualidad, además deben dedicarse a sus estudios y tener un buen trabajo ¡Aún más cosas que cumplir! Y por ello, se suele hacer una división entre carrera y familia, como si ambos aspectos no pudiesen complementarse.
¿Carrera o familia? La clave está en el balance
Existen diferentes técnicas que podemos tomar de las actuales ‘líderes’ para combinar la profesión con la vida familiar. Entre ellas, se pueden destacar las siguientes:
1. Tener apoyo
Como primera medida, es importante tener una pareja con la que dividir las tareas del hogar y compartir la crianza de los niños. ¿Y si no se tiene? Pues siempre se puede contar con alguien del círculo cercano, como por ejemplo los padres, los hermanos y los amigos.
2. Planificar
Otro consejo es tener una agenda bien organizada. Si queremos ser exitosas en nuestro trabajo y al mismo tiempo ver crecer a nuestros hijos, no podemos dejar nada al azar.
Levántate algo más temprano o utiliza los ratos que sueles dedicarle al móvil para planifica al detalle los fines de semana. Ponte franjas horarias en las cuales te dedicarás solo a tu familia y conoce con anticipación las reuniones o citas con el pediatra para no faltar a ningún compromiso.
3. Buscar trabajos flexibles
Por otra parte, ¿quién dice que para ser exitosa en una carrera o profesión debemos trabajar en una oficina? En la actualidad existen muchas opciones del tipo ‘flexible’ en las cuales se puede tener un escritorio en casa, visitar clientes cuando los niños están en la escuela o hasta ir a una cafetería para una reunión o entrevista.
Aprovecha la tecnología, conviértela en tu gran aliada.
Para evitar que la atención esté dividida, debes avisar a todos tus familiares y amigos acerca de en qué momentos no se te puede molestar porque estarás trabajando.
Determinar un espacio específico para lo laboral en casa (por ejemplo, una habitación) puede ser de gran ayuda también.
4. No querer siempre la excelencia
Esto no significa que debemos ser mediocres en lo que hacemos, sino que muchas veces la búsqueda de la excelencia nos quita demasiado tiempo. Ser la madre ideal o la ejecutiva modelo puedes dejarlo para las películas. Tú eres una mujer de carne y hueso, con sus defectos y sus virtudes.
Ten en cuenta que lo perfecto no existe.
Valora lo que tienes
No tienes por qué elegir entre carrera o familia, ya que se pueden aunar las dos cosas. Será difícil, y puede que tardes un poco más en conseguir algunas metas, pero con constancia y organización aprenderás a superar los obstáculos.
Si no balanceas las cosas, puede que te sientas frustrada e infeliz, pensando siempre en ‘aquello que te estás perdiendo’ y no en lo que estás logrando. Reflexiona y respira hondo: puedes con todo lo que te propongas.