Los beneficios del arte para los niños comienzan cuando padres y maestros comprenden que es la forma de expresión más libre que tienen los seres humanos. Para los niños representa un estado de plenitud y felicidad hecha juego y comunicación. Alcanzan momentos de abstracción y entrega al movimiento, al gesto y al color, que los adultos artistas anhelan.
Lo dijo el gran Pablo Picasso: “Todo niño es un artista. El problema es cómo seguir siendo artista cuando uno crece“. Con otras palabras, toca a los padres incentivar el arte en los niños para extender sus beneficios más allá de la infancia.
1. Una forma de comunicación que va más allá de las palabras
Si en muchos momentos los adultos no encuentran palabras para expresar sus emociones de alegría y satisfacción, imaginemos las limitaciones que podrían tener los niños. Sin embargo, estos cuentan con un gran punto a su favor: se desinhiben más fácilmente y con lo que tienen más a mano expresan lo que sienten.
Sin duda, tienen menos presión social y no sufren la parálisis o inactividad que provocan los juicios ajenos. Claro está, los padres y maestros deben saber esto y en vez de corregir desde su visión desencantada, han de esmerarse en estimular la imaginación y la fuerza expresiva.
2. Altas dosis de concentración
Cuando los niños están dibujando, pintando, modelando plastilina o bailando, logran altos grados de atención y abstracción. El cuerpo en estado lúdico experimenta la sensación gratificante de la libertad y en esos momentos nada hay más importante y urgente.
Los niños que crean se entregan por completo y hacen mano de todos los elementos expresivos con los que cuentan para su edad. Es muy importante que los padres participen, orientando y dejando obrar a los pequeños, aprobando y sugiriendo. El arte es un momento de afirmación plena del ser.
3. Habilidad motriz fina
En la creación artística se establece una estrecha coordinación entre el ojo y la mano. El dibujo y la pintura, con la mezcla de colores y contrastes, son el principio formal de los lenguajes. Los niños que aún no leen ni escriben tienen en el dibujo una herramienta de comunicación plena y eficaz.
Los trazos y la creación de figuras, atuendos y escenarios se conjugan en la elaboración de secuencias y relatos, que complementan con la oralidad. Los niños dibujan no tanto como ven, sino como imaginan.
4. Auto reconocimiento
Entre los beneficios del arte para los niños está que por su intermediación se encuentran y reconocen en su entorno. Por ejemplo, dibujarán a sus familiares y amigos y establecerán con los trazos el estado de las relaciones y sentimientos. Dirán de alguna manera cómo se sienten y cómo se ven.
Comidas, ropas, colores y situaciones aparecerán ante los ojos reclamando la atención de los padres y, en algunos casos, de los profesionales de la psicología. En general, padres, maestros y pedagogos deben aprender a leer el espíritu creador e inquieto de los niños.
5. Desarrollo de la inteligencia
La creatividad, lo indeterminado, la intuición y la sorpresa juegan un papel importante en el desarrollo de la inteligencia, pero no son la base. Todos estos elementos se encuentran en la expresión artística. Por lo tanto, incentivarla, motivarla y cultivarla forma parte de las tareas escolares y familiares cuando se trata de educar de manera integral.
El arte no cierra, sino que abre puertas, deja intersticios y ranuras por las que se cuela lo que de otra forma permanece invisible. Si la escuela propicia el aprender a través de la memorización de lo que preexiste, aprender por medio del arte se basa en lo que se descubre.
Los beneficios del arte para los niños los vemos en que estimula lo inédito. Alimenta la aparición de lo que no existe antes, sino que nace como revelación. El arte y la ciencia comparten los atributos del asombro.
Actividades de arte para realizar con los niños
Mostraremos ahora algunas actividades que integran diversas expresiones artísticas para realizar con los niños. En ellas se valoran los materiales reciclables, la imaginación, la expresión libre y el diálogo entre distintos lenguajes.
Elaboración de libros
La elaboración artesanal de libros con los niños incluye la creación de la historia. Los niños en efecto, escribirán o dictarán el cuento y procederán a crear las ilustraciones. Luego vendrá el montaje de las páginas y la encuadernación.
Una vez obtenidas las páginas, con cartón se construyen la tapa y contratapa, que se unen con hilo, ganchos, grapas o pegamento. La cubierta ha de llevar un diseño, mostrando imágenes alusivas de la historia.
Crear una biblioteca con las obras familiares será un poderoso estímulo para leer y escribir con solvencia y naturalidad.
Poesía visual
Para esta actividad recomendamos leer un poema. Una vez leído, sugerimos a los niños que elijan las imágenes de su gusto y en una lámina y con colores de barra o acuarelas, que la reproduzcan. La mancha, el gesto y la abstracción son un valor agregado.
Una vez que se tienen las láminas, tomarle imágenes y en un programa de edición básico montarlas en una secuencia con dos audios: el de la lectura del poema y alguna canción de fondo instrumental. El producto será el poema potenciado por la creación pictórica y audiovisual, la que podemos compartir con toda la familia.
Pintar sonidos
Para esta interesante actividad sugerimos a los padres crear una carpeta con música, de preferencia instrumental y variada. Hablamos de música clásica, pero también tradicional, autóctona, ancestral o exótica.
La idea consiste en oír una de estas piezas mientras los niños están colocados frente a unas láminas blancas, con materiales de dibujo y pintura. Cuando están oyendo, invitarlos a pintar lo que escuchan. Los resultados sinestésicos serán impresionantes. Comprobaremos que los niños están muy cerca de la abstracción y la gestualidad del arte contemporáneo.
Confección de máscaras
Crear máscaras es un arte mágico. Hay muchas técnicas para su elaboración. Aquí describiremos una con papel maché.
Buscar papel periódico, rasgarlo y llevarlo a pequeñas tiras. En un envase juntar una porción de agua por dos de cola blanca y media de tiza o harina. Revolver bien y deja reposar.
Para hacer una máscara se necesita una superficie; por ejemplo, una pelota, sobre la que se vayan colocando capas de papel maché. Obtenida una primera capa, dejar secar, retirar la pelota y empezar a modelar los rasgos con el papel maché que hemos conservado envuelto en una bolsa de plástico, sin burbujas de aire, en el refrigerador.
Una vez que le hemos hecho todas las facciones a gusto, dejar secar muy bien para poder aplicar pintura. La imaginación es el único límite.
Elaborar títeres
La técnica empleada arriba para la confección de las máscaras ayuda para modelar la cabeza de los títeres. Aunque por supuesto, se podría utilizar con éxito cualquier recurso de humanización o animalización con calcetines, cajas o bolsas.
Lo primero que necesitamos antes de ir a los personajes es la historia. Los títeres son un arte que integra la pintura, el modelado de piezas, la recreación de escenarios y el mini teatro. El cuento lo podemos tomar de los que están en la biblioteca familiar referida antes.
El arte es la expresión natural de los niños
Necesitamos más escuelas que comprendan que los lenguajes del arte son la forma idónea de expresión de los niños. En ellos se encuentra todo lo que de grandes se desea en los estudiantes: perspicacia, inteligencia, capacidad de relacionar, integrar y combinar.
Habilidades que son parte de los beneficios del arte para los niños y que son fundamentales para el logro de un espíritu científico. Lo decía a su manera Pablo Picasso: “Lo que podría tomarse por un genio precoz, es el genio de la infancia. Cuando el niño crece, desaparece sin dejar rastro”.