Hay estudios que demuestran que algunos animales y plantas tiene afectaciones cuando ocurre, a continuación algunos de los datos registrados:

Durante el eclipse de 1984, el Centro Regional de Investigación de Primates de Yerkes, registró que las hembras de los Chimpancés subieron a lo más alto de una estructura.

Poco después más chimpancés se unieron a ellas y todos orientaron sus cuerpos hacia el Sol y la Luna con la cara hacia arriba, cuando el eclipse terminó, bajaron de la estructura y no volvieron a tener ese comportamiento en ninguna otra ocasión.

Durante el eclipse del 21 de agosto del 2017 en el Zoológico de Riverbanks en Columbia, detectaron que las jirafas, elefantes, gorilas, loros arcoiris y cocoteros interpretaron la oscuridad como la hora de ir a dormir.

Todas estas especies se acercaron a sus guaridas, sin embargo en el caso de los loros, cuando terminó el eclipse, las aves se quedaron en silencio y se acicalaron unos a otros.

Mientras que el dragón de Komodo se mantuvo tranquilo, pero al llegar la oscuridad trató de ir a su guarida, cuando no pudo ingresar empezó a correr desesperado hasta que salió el Sol, poco después se quedó quieto de nuevo.

El eclipse del 2017 también tuvo efecto sobre las plantas, específicamente en el arbusto del desierto de nombre Artemisa, el cual presentó intercambio de gases de las hojas y la fluorescencia de la clorofila.

Los científicos notaron que la fotosíntesis se desplomó y tardó varias horas en recuperarse con la luz del Sol.