A través de alertas ciudadanas, la Profepa se enteró que en una casa de Michoacán albergaba a varios animales silvestres en condiciones no óptimas para ellos por lo que acudieron al lugar a inspeccionar.
Cuando llegaron a la casa descubrieron en el lugar 50 animales silvestres dentro de jaulas y que incluso dos de ellas, una tortuga y una iguana, habían fallecido por malos cuidados por parte de las personas que los tenían atrapados.
Los otros 48 animales estaban en condiciones de maltrato animal, por lo que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente procedió a confiscar y reubicar en el Zoológico de Morelia a todos los especímenes.
Entre los animales silvestres que recuperaron se encontraron 17 cachorros de diferentes especies, dos iguanas verdes, un cocodrilo de pantano, un gecko, un dragón barbudo, una guacamaya roja, varios pericos atoleros, loros cabeza amarilla, un mono araña y una serpiente.