Pues comentaron que prevén que revisen los contratos que existen antes de aprobar dicha ley, pues resaltaron que dicha decisión podría poner en duda la continuidad de la concesión que existe en este momento.

Agregaron que esta medida desde su punto de vista, carece de prudencia, pues para la explotación minera es necesario invertir millones de dólares antes de obtener resultados, por lo que creen es arriesgado crear una entidad estatal que controle el litio.

Comentaron que en el caso de la mina de Bacadéhuachi de los 243 millones de toneladas que creían podría tener como reserva, al recalcular la cifra fue corregida y apenas ronda el millón de toneladas probables de este mineral.

Agregaron que el apostar por este mineral con recursos públicos, pues si bien ahora es el más usado para las baterías de los autos eléctricos, no hay garantía de que la tecnología evolucione hacia otros materiales, por lo que es arriesgado que el estado esté centrado en ese material.

Finalizaron diciendo que es hasta cierto punto fantasioso creer que el litio es el nuevo petróleo del siglo XXI, ya que no es un recurso natural con el que puedan generar energía y además implique una revolución industrial como el carbón, el petróleo o la electricidad.