El negocio del contrabando de migrantes a Estados Unidos, como los 53 que murieron en un camión en San Antonio, creció rápidamente debido a que los vínculos entre los contrabandistas y el crimen organizado está creciendo mucho.
Al parecer, los migrantes de Guatemala, Honduras y El Salvador pagan 1.7 mil millones de dólares al año a los traficantes o “coyotes”, para que crucen a Estados Unidos, así lo hizo saber un estudio de las Naciones Unidas del 2021.
Las redes de contrabando pasaron de ser una industria artesanal en comunidades rurales de México y Centroamérica a un gran negocio codiciado por organizaciones criminales de Sinaloa y Jalisco.
Con un número récord de migrantes que intentaron cruzar a Estados Unidos, los precios que pagan a los coyotes aumentaron, lo que hizo que los contrabandistas tengan que pagar más a las bandas de narcotraficantes para controlar gran parte del territorio de México utilizando los grupos de contrabandistas.
En la última década, los traficantes de migrantes hondureños dicen que han triplicado con creces los precios que cobran a los migrantes para llevarlos a Estados Unidos, de cuatro mil dólares por persona a unos 13 mil 500. Gran parte de ese dinero es para pagar peajes para pasar por territorio controlado por cárteles mexicanos.