Con la intención de que 15 de las empresas más grandes del sector alimentario en México puedan mantener bajos sus precios y contener la inflación, fueron liberados de cumplir con restricciones sanitarias en la importación de productos.
En rueda de prensa el presidente Andrés Manuel López Obrador destacó que la medida es excepcional y solo aplica a las empresas con las que se acordó el plan antiinflacionario el pasado lunes en Palacio Nacional.
“Si hace falta, se abre el mercado a importaciones para que, si se consiguen alimentos más baratos en el extranjero, puedan entrar sin obstáculos, sin trabas burocráticas (…) Aquí el interés superior es el interés del pueblo, la economía popular, nada de proteger a empresas, nada de estar protegiendo negocios particulares afectando la economía de los mexicanos.
“Es darle una licencia, no a todos, sino a 15 distribuidores para que, en caso de que lo consideren, puedan importar si son buenos precios, porque esto va a ayudarnos a que bajen los precios al consumidor”, dijo el presidente en Palacio Nacional este miércoles.
La licencia implica que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, y el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad, no podrán revisar productos agropecuarios que las empresas importen con el fin de mantener bajos sus costos a partir de ahora y hasta inicios de 2023.
“Entonces, esa licencia es, por decir, Cofepris, Senasica, el SAT, aduana, etcétera, etcétera, te den facilidades, quitar trámites, y tú te haces responsables de que la carne que vas a traer de Argentina —regresando al ejemplo, si es que se necesita— tiene que ser carne buena; te damos a ti la confianza, no vas a traer carne para enfermar a los mexicanos o para causar una epidemia.
“Esa fue la decisión que se tomó con el propósito de bajar los precios. Si podemos conseguir el pollo más barato para que no aumente el precio y se beneficien los consumidores mexicanos, lo vamos a hacer”, explicó López Obrador.