La Fiscalía de Estados Unidos informó que no solicitará la pena de muerte contra Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en caso de ser declarado culpable de narcotráfico. La decisión quedó registrada en un documento judicial presentado en una corte federal de Chicago, firmado por el fiscal Andrew S. Boutros.
El escrito detalla que si Guzmán López es encontrado culpable, el gobierno estadounidense no buscará imponer la sentencia capital. Esta medida se da en medio de un proceso de negociación entre el acusado y las autoridades estadounidenses, en el cual se contempla una posible declaración de culpabilidad a cambio de beneficios legales.
Esta estrategia sigue una ruta similar a la de su hermano Ovidio Guzmán, quien también enfrenta cargos de narcotráfico en Estados Unidos y se espera que se declare culpable el próximo 9 de julio. Ambos son los únicos miembros del grupo conocido como “Los Chapitos” actualmente detenidos en el país norteamericano, mientras que Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán permanecen prófugos.
Joaquín Guzmán López fue detenido en julio de 2024 tras arribar a suelo estadounidense en una avioneta privada en compañía de Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los líderes históricos del Cártel de Sinaloa. Según reportes de medios, Zambada alegó haber sido engañado para cruzar la frontera, lo que habría desencadenado una fuerte tensión interna entre los “Chapitos” y los “Mayitos”.
El documento judicial que descarta la pena de muerte fue revelado por el periodista Keegan Hamilton y representa un paso clave en el proceso legal contra Guzmán López. La posibilidad de una sentencia más leve como parte de su colaboración judicial cobra fuerza en este contexto.
Además, se ha señalado que 17 familiares de Ovidio Guzmán habrían ingresado legalmente a Estados Unidos, lo que apuntaría a una estrategia coordinada de la familia para enfrentar los procesos judiciales y reducir sus condenas.